Un cetáceo bien rayado en el 2018
María José Zambrano ha tenido días ajetreados en casa. La esposa de Marcos Cangá, jugador del Delfín, empezó a hacer maletas y a armar la mudanza. Ella y su familia dejarán el calor de Manta y la brisa del mar para irse el próximo año a Sangolquí, a 2 500 metros de altitud.
Todo será nuevo para la familia Cangá Zambrano. Es que el lateral derecho que se destacó esta temporada con los cetáceos ya firmó contrato con el Independiente del Valle. Su vinculación al cuadro rayado se dio con el visto bueno del DT argentino Gabriel Schürrer, quien fue anunciado el martes como nuevo timonel del equipo de Sangolquí.
Óscar Lara, coordinador del primer equipo, explicó que el club llegó a un acuerdo con el futbolista esmeraldeño después de varias reuniones.
“Schürrer no lo pidió, pero Cangá llega con su visto bueno. Fue una decisión rápida, porque al conversar con el DT estuvo de acuerdo por todo lo que ha hecho este año”, dijo Lara.
Cangá le confesó a ÚLTIMAS que buscó salir del Delfín para cambiar de ambiente. Es que estuvo cinco temporadas seguidas en el mismo club y en la misma ciudad.
“Lo conversé con mi familia y decidimos mudarnos para cambiar de ambiente”, dijo el lateral diestro desde el Hotel Mar Azul, donde el equipo se concentra para la final definitiva.
Esta no será su primera vez en el fútbol pichinchano. En el 2010 militó en El Nacional, donde compartió cancha con algunos que ahora son sus ‘compas’ en el ‘Ídolo del Puerto’.
“Tuve la oportunidad de jugar con Rodrigo Perea, Bryan Oña y Andrés Chicaiza. El DT Orlando Narváez, el mismo que formó a Antonio Valencia y Christian Benítez fue su mentor.
“Cangá llegó buscando una oportunidad. Trabajó conmigo en Tumbaco. Lo primero que vi en él fue una buena velocidad y reacción. Lo que sí nos tocó trabajar en él fue la coordinación y el aspecto técnico”, dice el profe ‘Nino’ Narváez.
Para el entrenador de formativas de los criollos, el regreso de Cangá al fútbol capitalino será clave para que eleve su proyección internacional. Si bien Delfín se clasificó a la Copa Libertadores, no tiene la misma exposición que un vicecampeón de América como Independiente.
“Se va a acostumbrar rápido al fútbol quiteño. Ya jugó acá y ahora es un futbolista más maduro. Además, se acomodará bien a Independiente. Es un club con jugadores altos y rápidos. Nada distinto de lo que tuvo en Delfín”, asegura el estratega criollo.
El juego del domingo (12:00), ante Emelec, será el último que juegue como local en el Jocay. Dejará la que fue su casa en todas las categorías del fútbol nacional.
“No estoy nervioso. Más bien ahora solo estoy concentrado en esta final. Estoy agradecido con el pueblo manabita porque aquí conocí a mi esposa, nació mi hija y me permitió crecer como persona y profesional”, dice el lateral de 29 años.
Es que Cangá pasó de cobrar sueldos atrasados en el 2013 a ser finalista del Campeonato Nacional en el 2017. En ese lapso, sus sueños se hicieron realidad, pero estuvieron acompañados de algunas tragedias.
“El año más complicado fue el 2013. Había problemas económicos en el club. Además, en esa época perdí a mi amigo Fredy Castillo (+). Fue un golpe duro en mi vida”, dijo.
Este año, la dirigencia cetácea, comandada por José Delgado, le hizo un homenaje a él y a Francisco Silva. Ambos son los únicos de la plantilla que estuvieron en el ascenso a la Serie A, en el 2015 y que salvaron la categoría ante justamente Emelec, a finales del año pasado. En Manta, la mayoría de sus sueños se cumplieron. Solo le falta jugar en la Selección.
Ahora con el DT Schürrer tendrá que ganarse un espacio. Llegará al cuadro de Sangolquí a reemplazar a Christian ‘Pichón’ Núñez, un finalista de Copa Libertadores y uno de los más queridos y recordados en el camerino rayado.o bien rayado en el 2018
