Nos faltan tres en la cancha
Los 245 equipos que participarán en la edición del Campeón de Campeones barriales organizados por Fedeligas estaban en la pista del estadio de La Ofelia. El sol castigaba duro en sus cabezas cuando la dirigencia anunció el homenaje para tres amigos, para tres personas que siempre estuvieron vinculadas con el deporte barrial.
Paúl Rivas, Efraín Segarra y Javier Ortega, los tres miembros del equipo periodístico de EL COMERCIO asesinados en la frontera también tuvieron sus historias con el deporte barrial. Paúl recorrió por años las canchas de la ciudad y muchas veces lo hizo en la camioneta de Segarrita. ¿Y Javier? Para quienes no lo sepan, él se inició cubriendo en estas mismas páginas las incidencias de los deportistas de la ciudad.
Al comenzar el programa, muchos de los equipos llevaron pancartas con la frase “Nos quitaron tres”. Antes de cantar el Himno Nacional, se hizo un minuto de silencio en consideración a la lamentable pérdida.
El club Independiente Star de La Magdalena fue quien mocionó para que se cumpla el homenaje. El pedido fue aceptado de inmediato por la dirigencia.
“Este es un homenaje a los tres periodistas que acaban de perder su vida y por los cuatro militares que también la perdieron en la frontera. Es el momento en el que Ecuador debe permanecer unido”, decía la animadora del evento en los altoparlantes.
Las banderas de Ecuador y de Fedeligas se izaron a media asta en señal de dolor. El exfutbolista Jacinto Espinoza y el asambleísta Sebastián Palacios estuvieron presentes.
A los pies de la tribuna, Berthita Rea, reportera gráfica de la revista Élite, se secaba las lágrimas. Ella recuerda con cariño a Paúl.
“Lo llevaré en mi corazón por su don de gentes, por cómo era con cada uno de los integrantes del club”.
El lugar se inundaba de recuerdos. Lenín Chico, periodista, recuerda que el grupo de cronistas barriales es muy unido. Ellos vieron crecer a Orteguita y también se acostumbraron a mirar la camioneta de Efraín parqueada fuera de los estadios de las ligas.
En las gradas se comentaba la noticia y los jugadores guardaron respetuoso silencio. El dolor pudo más y los amigos se abrazaron y empezaron a llorar durante el homenaje.
