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11 de agosto de 2022 17:31

El aluvión marcó vidas en la Comuna

Rolando Maila es uno de los sobrevivientes de La Comuna, perdió su pierna y ahora tiene una prótesis. Foto: cortesía

Rolando Maila es uno de los sobrevivientes de La Comuna, perdió su pierna y ahora tiene una prótesis. Foto: cortesía

CAROLINA VASCO

Hace seis meses y 11 días la vida de los moradores de La Comuna cambió por completo. Muchos quedaron marcados.

De acuerdo con el plan del Municipio, la reconstrucción y rehabilitación de los barrios afectados por el aluvión contaría con una inversión de USD 8,4 millones para obras.

El mayor rubro se concentró en las labores que hizo la Empresa de Agua con USD 5,4 millones. Básicamente fueron para la limpieza de quebradas y sumideros.
Pero pese a esa inversión, los vecinos que resultaron heridos, o que perdieron un familiar o sus viviendas fueron afectadas aún no logran recuperarse. Y las deudas apremian. Tres de ellos narran sus historias.

Rolando Maila

El 31 de enero me encontraba en la cancha, iba a jugar vóley. De un momento a otro escuché un ruido y solo alcancé a gritar que corran todos. Fui hacia el lado sur pero solo vi cómo ingresó una ola de lodo.

Solo sentí que me cayó una volqueta de arena. Yo grité: ¡aquí no me muero! Giraba de un lado al otro y terminé cuatro cuadras más abajo. En ese momento no sentí dolor en mi pierna, pero tuve una fractura. Ya no pude levantarme.

Tengo cosidos en la cabeza, también me rompí. Me llevaron al Eugenio Espejo, estuve en recuperación cerca de 20 días. Perdí mi pierna porque estaba en mal estado.

Luego, la Fundación Hermano Miguel y Fundación de Toronto-Canadá Nueva Esperanza se unieron y me dieron la prótesis la última semana de julio. La terapia me la dieron sin ningún costo. También he recibido ayuda de amigos, familia. Pero en estos seis meses no he trabajado; yo conducía una furgoneta escolar.

Y en el momento no puedo porque estoy en rehabilitación, pero sí quiero volver a trabajar. Dios quiera, en septiembre ya pueda hacerlo. Mucha gente conduce así y no pierdo la esperanza.

Lorena Cortez

El día y la hora que ocurrió el aluvión estuve junto a mi esposo en la cancha, mirando el partido. Mi cónyuge falleció, yo en cambió recibí un golpe fuerte en mi espalda. Tengo que hacerme una resonancia magnética pero no tengo dinero para pagarla.

Es un pedido que hago al Municipio para que me ayuden con este examen.
Al parecer se desvió mi columna con el golpe. Las recetas para el dolor las pago yo. Mi marido era la cabeza de hogar y yo ya no trabajo por el problema de mi espalda.

El apoyo económico que recibo es de familiares, gente de buena voluntad. También me cambié de casa y ya ahora pago menos de arriendo.
Tengo cuatro hijos y un nieto. El Municipio nos ofreció becas también, pero no hemos recibido nada. Pago todos sus estudios con la plata que consigo. Yo trabajaría en lo que sea pero estando con salud, no así con dolores de la columna. Ahora tomo medicación.

No puedo hacer fuerza, porque en la noche no soporto los dolores. Nos ofrecieron un bono para ayudarnos para los niños hasta que cumplan los 18 años, pero nada. Son seis meses y no hay ayuda.

Leombardo Hernández
Tengo 75 años y vivo justo al frente de la cancha de vóley de La Comuna. Yo perdí dos muros de contención y una puerta grande de seis metros. Mi casa, mi taller de mecánica automotriz y una oficina con escritorios y computadoras se afectaron. El lodo arrasó con todo y no dejó nada.

He recibido ayuda de la empresa privada hasta el momento. Hasta recibimos comida, eso no faltó.

Una empresa de Nayón, por ejemplo, me ayudó con 100 bloques, porque el daño de mi propiedad necesitaba de 800 bloques para poder arreglarse.
La Universidad de Posgrados del Estado me ayudó con otros 300. Me ayudaron con cemento también por parte de la Alcaldía de Cayambe.

Pero el costo es grande. He gastado USD 8 000 de mi bolsillo. En cemento se necesitaron cerca de 50 quintales. Eso afectó mi economía, he pedido prestado a conocidos, para que la mecánica vuelva nuevamente a funcionar y poder ofrecer servicios.

Pero no estoy de acuerdo en que el Alcalde nos haya ofrecido el oro y el moro y no se haya cumplido. La ayuda es del sector privado que hemos recibido los vecinos para poder reactivarnos y trabajar.