Bailarines piden que arreglen la cancha
La bailoterapia alegra y motiva a los quiteños que habitan cerca del parque El Cuscungo, ubicado en el sur-oriente de Quito. Pero el piso en el que bailan está con baches y huecos.
Malú de Álvarez es una de las más activas bailarinas que acuden a esta cancha cada martes, jueves y sábado y está preocupada porque el piso sobre el que bailan está destruido.
Es una cancha de cemento que está llenita de baches y cuando llueve se hacen cochas. Según la bailarina, algunos vecinos se han lesionado por esta situación.
Para ellos, en este sitio se reúnen para estar en grupo, vivir un momento ameno, disfrutar de la música y de paso mejorar su salud.
El Municipio les motivó a empezar en este espacio para esta actividad y la financiaba. Pero Álvarez dice que desde hace dos meses no han recibido el aporte.
A ellos les gusta tanto que han decidido seguir bailando, pero por su cuenta. Así que hacen ‘una vaca’ para pagar al instructor que guía sus clases tres veces a la semana. También reúnen dinero para pagar el transporte de un parlante que les sirve para escuchar la música de las clases.