placeholder
Las Últimas
27 de julio de 2017 11:39

Manifestación con 400 peluches para alzar la voz de los niños en estado de acogimiento

Campaña Quiero Vivir con mi Familia. Foto: Eduardo Terán / ÚN

Campaña Quiero Vivir con mi Familia. Foto: Eduardo Terán / ÚN

María Belén Merizalde

Una manifestación montada con 400 peluches se efectuó desde las 10:00 de hoy, jueves 27 de julio, en la plazoleta del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), localizado en la avenida Amazonas y Eloy Alfaro, en el norte de Quito.

Portando frases como "extraño las historias de mi abuelita" o "quiero abrazar a mamá antes de dormir" querían llamar la atención de los transeúntes y transformarse en la voz de los más de 2 500 niños que se encuentran en situación de acogimiento, es decir, que fueron separados temporalmente de sus familias por alguna orden judicial.

Esta iniciativa que forma parte de la campaña Quiero Vivir con mi Familia, impulsada por la organización Aldeas Infantiles SOS, busca exteriorizar lo que niños, niñas y adolescentes que no viven en sus hogares sienten día a día.

"A través de los peluches queremos que la ciudadanía se entere de la realidad de estos niños y al mismo tiempo trabajar en la prevención y fortalecimiento de familias que están en vulnerabilidad por condiciones económicas o sociales", explicó Verónica Proaño, Asesora Nacional de Levantamiento de Fondos de Aldeas Infantiles SOS.

La manifestación montada con 400 peluches se efectuó desde las 10:00 de hoy, jueves 27 de julio, en la plazoleta del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), localizado en la avenida Amazonas y Eloy Alfaro, en el norte de Quito.

La manifestación montada con 400 peluches se efectuó desde las 10:00 de hoy, jueves 27 de julio, en la plazoleta del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), localizado en la avenida Amazonas y Eloy Alfaro, en el norte de Quito. Foto: Eduardo Terán / ÚN

La campaña busca que los niños, niñas y adolescentes puedan volver a sus familias, pero en un entorno de seguridad y protección.

Según Proaño los niños llegan al estado de acogimiento cuando han sido víctimas de maltrato psicológico, físico, violencia sexual, cuando sus padres están privados de libertad o cuando los han perdido.

"En este año hemos trabajado con 4 250 familias en vulnerabilidad para evitar que se separen. Con apoyo psicológico y social se puede desnaturalizar la violencia y reforzar el amor familiar como herramienta fundamental", manifestó Proaño.

Cuando un niño llega a las Aldeas Infantiles SOS reciben atención psicológica, educación, alimentación y salud. Para ello se invierte alrededor de USD 1000 mensuales por niño.