Testimonio: ‘Mis amigos de la clínica se quemaban’
Fueron 18 los fallecidos y 16 los heridos por el incendio en una clínica de rehabilitación clandestina en Guayaquil, el viernes 11 de enero del 2019. Pero, quienes sobrevivieron llevan también un gran dolor.
Uno de los sobrevivientes dio su testimonio a este Diario: “A las 15:00 de la tarde, yo estaba soldando en el tercer piso. Le ayudaba al director del centro. Allí iba a ser una sala de terapia, una cocina nueva y una sala de billar.
“Escuché que la gente que pasaba por la calle comenzó a gritar: ¡incendio! Bajé desesperado a ayudar a mis compañeros, pero la puerta estaba con candado.
“Cuando intenté abrirla, el humo que salía me ahogaba. Yo sufro de asma y no pude ayudar a mis compañeros, no pude hacer nada. Se me salían las lágrimas al ver que mis amigos se quemaban. Me quedé afuera y luego vi cómo sacaban los cuerpos de mis compañeros, los sacaban quemados.
“Mi hermano también estaba ahí, pero gracias a Dios no le pasó nada. No sé quién o qué provocó el fuego”.
Se presume que el incendio fue provocado para intentar huir del centro, cuyo permiso de funcionamiento venció en junio del 2018.
Más de 60 miembros de @BomberosGYE colaboran en la emergencia en la 26 y la I, suburbio dd Guayaquil. pic.twitter.com/CCN8g2DuwZ
— Bomberos Guayaquil (@BomberosGYE) 11 de enero de 2019
El caso ha dejado a dos personas procesadas por la Fiscalía, por el delito de homicidio. Se trata del administrador del local y del encargado de las llaves.
El padre de esta última persona aseguró que su hijo era un interno de la clínica y que intentó abrir el candado para ayudar a sus compañeros, por eso hasta tiene quemadas las manos.
Luego del incendio, la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de la Salud clausuró en Guayaquil tres presuntos establecimientos de tratamiento de adicciones, que “no cumplían con la normativa sanitaria y que no tenían permiso vigente”.
Cinco personas vinculadas a una de esas clínicas fueron detenidas y son procesados por secuestro.
Y ayer, 13 de enero, hubo otro incendio en una presunta clínica de rehabilitación clandestina, en la Isla Trinitaria, en Guayaquil. Cuando los bomberos llegaron no encontraron a nadie.
Las llamas se originaron en el primer piso, donde un colchón fue encendido. “Pedimos la documentación del sitio”, dijo Guillermo Lázaro, del Cuerpo de Bomberos, “pero no encontramos al responsable. Donde comenzaron las llamas había una puerta de madera que los jóvenes lograron abrir, de lo contrario hubiéramos tenido una desgracia similar a la del viernes”.