La sandía sí cicatriza

Servirse un pedazo de sandía a cualquier hora del día cae bien a cualquiera, pues además de ser deliciosa, resulta beneficiosa para el organismo.

Para empezar, la sandía es una excelente fuente de vitamina C. Esta sustancia no solo fortalece nuestras defensas y evita que nos enfermemos, sino que también favorece los procesos de cicatrización de heridas, señala la nutricionista Ana Chávez.

Esta fruta no debe faltar en la dieta de niños y adolescentes, ya que es rica en manganeso, un mineral indispensable para la formación del sistema óseo.

La sandía también contiene piridoxina (vitamina B6), la cual regula el sistema nervioso. La deficiencia de este elemento provoca en las personas insomnio, nerviosismo y hasta debilidad muscular, recalca la especialista.

Otro valioso nutriente que se encuentra en esta fruta es el licopeno, el cual es aliado del corazón, ya que disminuye el colesterol en la sangre y evita enfermedades cardiovasculares.

La sandía es un potente hidratante gracias a su contenido de agua. Personas que no beben muchos líquidos, en especial las de la tercera edad, deben consumir sandía, pues dos buenas tajadas suplen a un vaso de agua.

Esta fruta también es diurética y excelente para los niños en etapa de crecimiento.

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