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2013-10-01 08:50:01

Seis días sin noticias de dos primos

Los niños, de cinco y ocho años, salieron de la casa a jugar. Desde ahí no hay rastro.

La última vez que vieron a su hijo Anderson Cosme, de 5 años, fue en un video de seguridad.Durante seis segundos lo observaron junto con su primo Luis Bone, de 8, caminando por la calle y en compañía de un desconocido. Entonces, ya habían pasado tres días.

A partir de ahí no hay más pistas del paradero de los dos primos. Ellos desaparecieron el miércoles pasado en el bulevar de la av. 24 de Mayo, a una cuadra de su casa, en el centro.

A las 11:00 de ese día, los niños aprovecharon que sus padres estaban en el trabajo para salir de la casona colonial en donde residen rumbo a la plazoleta.

Vamos a jugar donde el cóndor, aseguró Anderson a otros primos y se llevó su patineta. Jésica Córdova, madre del pequeño, cree que alguien los interceptó.Debió prometerles algo para que se crean y se vayan con ese desconocido.

La mujer cuenta que en el video de seguridad, que miraron en la central del ECU 911, los niños se marchan tranquilos con esa persona. ¿Y qué tal si les dieron droga? u00a1No puede ser gente buena la que hace eso!, asegura el padre, Luis Cosme.

Mientras no tenga noticias, no hay un segundo de paz. Ni me da hambre. Al hermano mayor de Anderson le prohibió salir de casa por miedo a que lo roben.

Ahora debe jugar en el patio de la vecindad. Hasta el momento, los progenitores señalan que no han recibido ninguna información a través de los números de teléfono que constan en las cientos de hojas volantes que colocaron en las paredes, plazas y postes del centro.

También los han buscado en hogares de acogida, hospitales, parques. Pero todo parece indicar que se esfumaron. Ahora, la Dinapen (Policía de menores) trata de encontrarlos.Para evitar que nuestros niños se vayan con extraños, los padres deben educarlos y advertirles del peligro de la calle. Por ejemplo, se les debe enseñar que nunca, por nada del mundo, deben recibir regalos como caramelos de desconocidos, tampoco deben hacer favores o dar información personal.

Los niños de entre 4 y 7 años son los más ingenuos, ya que en esa edad están aprendiendo a valerse por sí mismos y tienden a alejarse de la mirada de los padres.

Por eso es necesario que quienes están a su cuidado no se alejen de ellos cuando estén en lugares públicos. También deben ayudarles a memorizar el número de teléfono de la casa y de algún familiar.

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