Queja de parlamentarios

Los parlamentarios andinos Pedro de la Cruz y Silvia Salgado nos escribieron a propósito de la nota Se les acaba la teta a los parlamentarios andinos, publicada el pasado 26 de septiembre.Ambos dignatarios muestran su inconformidad por el estilo en el que fue redactada la nota, donde se menciona la decisión de los cuatros países andinos de prescindir de esta institución regional.

En su amplia carta, que el lector la puede leer en nuestra página www.ultimasnoticias.ec, De la Cruz y Salgado sostienen que la nota era tendenciosa, sacada de contexto y con imprecisiones lo cual afecta su honra.

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En primer lugar, los dos funcionarios cuestionan el titular de la nota por considerarlo violento, irrespetuoso, discriminatorio y que además, señalan, busca desprestigiar su credibilidad.

Si bien el Parlamento Andino funciona en Bogotá, en la carta se niega que la parlamentaria Silvia Salgado resida en esa ciudad, pues su oficinas despachan en Quito de manera descentralizada.

De la Cruz asegura que sus declaraciones por la decisión de los gobiernos andinos, de cerrar el parlamento, se dieron en la radio FMW de Bogotá y no de Lima, como mencionó este Diario.

También asegura que De la Cruz , como presidente del Parlamento Andino, nunca estuvo furioso en su declaración, como también se cuenta en la nota que se publicó, pues eso va en contra de la cordura con la cual él ha actuado desde que está al frente de ese cuerpo colegiado meses atrás.

Adicionalmente, los dos parlamentarios, a más de exigir su derecho a la réplica, señalan que no defienden cargos y que su representación no es una teta sino un compromiso por la integración de toda América del Sur, pues a ellos los han respaldado más de 3 millones de votos en las recientes elecciones.

Finalmente, De la Cruz y Salgado consideran que la nota publicada la semana pasada puede responder a la intención de un linchamiento mediático.Nota de la Redacción

Lamentamos que los dos parlamentarios Pedro de la Cruz y Silvia Salgado se hayan sentido ofendidos por nuestra publicación. Les ofrecemos nuestras sinceras disculpas por aquello y por las imprecisiones anotadas por los parlamentarios.

Vale explicar también que el estilo de ÚLTIMAS, en sus 75 años de existencia, ha sido coloquial y algo desenfadado, propio de la sal quiteña, sin que tenga la intención de ofender.

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