Aquel estreno que fue aceptable

En el 2002, la mitad de la Selección jugaba en el exterior. Ese equipo hizo un Mundial decente, aceptable, yo diría que estuvo bien para comenzar.No teníamos ninguna posibilidad ante la insuperable Italia, Croacia que aunque envejecida fue tercera en Francia 1998, y México que prometía.

El propio Hernán Darío Gómez sentenció nuestra suerte al decir vamos a aprender. Las críticas le llovieron.

Más allá de la mentalidad o la berreada actitud, los resultados se ajustaron a la lógica porque el fútbol generalmente es lógico.

Con Italia nos asustamos, era visto. Ante México comenzamos bien, mano a mano, pero perdimos. A los croatas los sorprendimos con soltura y desenfado.

Cumplimos, todos felices. Iván, Ulises, Édison, Agustín fueron los destacados. De esa primera excursión, con el corazón en la mano, quedó una sensación agradable.

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