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2014-07-09 06:39:46

Prohibido sonreir

FamiliasFamilias depositan ofrendas florales frente a los monumentos de su lu00edder. Foto: AFP

Aunque ayer, 8 de julio, fue día festivo en Corea del Norte, esbozar una sonrisa o hablar alto en público eran acciones vetadas durante el vigésimo aniversario de la muerte de Kim Il-sung, el fundador del país y considerado un 'padre' por sus ciudadanos.Desde hace 20 años, cuando los norcoreanos perdieron a su primer líder, el 8 de julio 'está prohibido sonreír, levantar la voz en la calle, beber alcohol o bailar, aunque nadie se plantearía hacerlo porque todo el país está de luto', explica la refugiada norcoreana Park Yeon-mi, de 21 años.

Mientras, la televisión estatal norcoreana dedica el día a emitir la solemne ceremonia oficial en honor al designado 'Presidente Eterno', así como documentales sobre su vida y obra glorificadas con narraciones entre el mito y la ficción por la incesante maquinaria propagandística del Régimen.

El culto a la personalidad de Kim Il-sung llega hasta tal punto que ayer, al igual que cada 8 de julio y 15 de abril -el aniversario de su nacimiento- el Régimen trata de minimizar los habituales cortes de luz en el país para que todos los norcoreanos puedan disfrutar del maratón televisivo de eventos y documentales sobre el añorado dirigente.

Corea del Norte dedica al fallecido 'gran líder' más de 34 000 estatuas en todo el país, a cuyos pies los ciudadanos depositan habitualmente flores, mientras su cuerpo se expone embalsamado dentro de una vitrina en el Palacio del Sol de Kumsusan, en Pyongyang.

La mayoría de expertos coincide en que tanto su hijo, el 'querido líder' Kim Jong-il que gobernó durante 17 años hasta fallecer en 2011, como su nieto, el actual dirigente Kim Jong-un, han fracasado a la hora de ganarse la devota admiración y el profundo respeto que los norcoreanos profesan todavía al fallecido fundador.

En el caso de Kim Jong-il, su mandato estuvo marcado por el hambre y la crisis económica, aunque la propaganda y la represión le garantizaron la fidelidad del pueblo, mientras que los 31 años de edad de Kim Jong-un le hacen inexperto ante los ojos de los norcoreanos.

El fervor que Kim Il-sung despierta en Corea del Norte tiene sus raíces en la colonización japonesa de Corea (1910-1945), período durante el cual, según la amplificación de la propaganda, se erigió como el héroe del movimiento de liberación contra el dominio nipón.

Kim nunca renunció a su sueño de unir las dos mitades de Corea en un régimen comunista bajo su mandato.

EFE (I)