El abc de las vacaciones

Ya sea que se viaje a la playa, a las montañas o a la selva, la clave para disfrutar de esos días de ocio y diversión familiar es organizarse muy bien para aprovechar al máximo cada minuto del día, poner los pies sobe la tierra y no esperar que todo sea fabuloso porque, incluso, los pequeños contratiempos se convierten en parte de los recuerdos.Las vacaciones en familia suelen ser un momento esperado y, aunque casi siempre es algo que se idealiza en alto grado y se cree que todo saldrá a pedir de boca, se pueden presentar ciertos contratiempos.

Sin embargo, con un poco de paciencia y manteniendo vivo ese deseo de estar juntos y disfrutar de cada instante, pueden ser superados sin problema.

Conviene no idealizar las vacaciones, entender que pueden haber cambios en los planes y que esto pudiera producir ansiedad. Por fortuna, para salir airosos de esta clase de situaciones hay que tener mucha paciencia y comprensión hacia cada uno de los miembros de la familia, darse un tiempo para escuchar al otro y evitar comparaciones con momentos vividos en el pasado cuando iban a vacacionar.

Para que todo funcione a las mil maravillas, hay que tomar en cuenta la edad de los hijos para evitar horarios muy extendidos que pueden causar agotamiento y, por ende, malhumor. Algunas familias quizás no tengan la posibilidad de realizar viajes fuera de la ciudad, si este fuera el caso, se puede ir a las piscinas, a los parques y plazas y/o visitar los museos, conventos y lugares típicos dentro de las ciudades.

Existen también ofertas de cursos diversos como pintura, manualidades, cocina así como entrenamientos deportivos y atléticos.Disfrutar juntos del tiempo libre es vital no solo porque hijos y padres necesitan unos días de ocio y diversión sino porque el cuerpo lo pide a gritos.

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