Busca trabajo a jóvenes

La concejala lidera dos proyectos para que los jóvenes y los adolescentes infractores tengan oportunidades laborales.

Mientras la mayoría de los jóvenes de su edad pasan el sábado en alguna farra o mirando la televisión, Carla Cevallos visita el Virgilio Guerrero.No tiene a un familiar en el programa de rehabilitación de ese Centro para Adolescentes Infractores, tampoco integra alguna fundación de ayuda social.

Simplemente, la joven, de 23 años, la concejala más joven de Quito, comparte algunas risas e historias con los chicos que nunca reciben una visita. ?Hay jóvenes que no tienen a nadie, están totalmente abandonados y necesitan afecto?, dice.La falta de oportunidades, la violencia o la carencia de amor, que han rodeado las vidas de los adolescentes, son las razones para que se comprometiera a trabajar por ellos.Asegura que es una responsabilidad de todos los quiteños brindarles las oportunidades que se les negó: una vida digna. A pesar de que cada historia es diferente, detrás de los rostros de los chicos, hay mucho dolor.

Como la de aquel menor de 14 años que había crecido en las calles y que a pesar de su rudeza no pudo defenderse de quienes lo atacaron con machetes en la quebrada del río Machángara. Un grupo de bomberos lo rescató moribundo. Estuvo cinco meses hospitalizado. Cuando salió a la calle, de nuevo solo, se dedicó a robar.

Un mal día, la Policía le sorprendió y desde entonces está en internado. Por chicos como él, en su oficina, en la Alcaldía de Quito, prepara un proyecto de Ordenanza.

A través de la futura norma, la joven planea darles una segunda oportunidad a los jóvenes que cumplieron las medidas socioeducativas. La fórmula es sencilla: incentivar a los empresarios para que contraten a los muchachos.

También quiere que mientras están en aislamiento estudien. Lo que más tienen es tiempo. Ellos quieren continuar sus estudios secundarios. Y han pedido ayuda.

La preocupación por los adolescentes del Virgilio Guerrero no llegó junto con el reciente cargo de concejala. En su oficina, decorada con las manualidades que le regalaron los chicos, Carla recuerda que en el colegio fue dos veces presidenta de los estudiantes, en la universidad también y luego la líder nacional de las universidades, públicas y privadas. Siempre he trabajado por los jóvenes.

Hace tres años fue parte de la fundación del movimiento político SUMA. Su proyecto de campaña, el que la impulsó al Cabildo, se denominó Empleo joven. Este consiste en lograr que las empresas contraten menores a pesar de que no tienen experiencia.

La sociedad desconfía de las capacidades de los jóvenes, pero estamos construyendo y cambiando el mundo, dice.

El proyecto nació de su propia experiencia, de las decenas de veces que le cerraron las puertas de los trabajos por ser 'muy joven'.

El jueves, en el Concejo Metropolitano lo debatió por primera vez. Ya tiene dos informes positivos. Para que Empleo joven sea una realidad solo falta un segundo debate. Su segunda meta es cambiar la vida de sus amigos, en el Virgilio Guerrero...

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