Derrame en la vía

Un bus de transporte público empezó a subir la avenida La Gasca, desde la América, cuando los tornillos del tanque de combustible se le soltaron. El diésel se regó. El chofer no se percató de inmediato. El bus se detuvo unos 60 metros más arriba y dejó el rastro de combustible en la vía.Algunos vehículos que circulaban ayer a las 10:15 por este sector no se detuvieron y esparcieron más el combustible por la calzada. No tuvieron en cuenta que el material regado constituía un peligro pues hacía resbalosa la vía.

El Cuerpo de Bomberos junto a los agentes metropolitanos de Tránsito restringieron el paso por esta vía. A los buses no los dejaron ni acercarse, los hicieron desviar por la avenida Mariana de Jesús.

Personal de la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas y Saneamiento (Epmmop) llegó junto a una camioneta con tierra y una aplanadora. Rápidamente esparcieron la tierra sobre la calzada con las palas y luego pasaron la aplanadora.

El paso peatonal también se restringió debido al fuerte olor que expelía el diésel. Este procedimiento demoró aproximadamente una hora.

Mientras tanto, el bus había sido llevado a una mecánica cercana. El agente metropolitano de tránsito Diego Caza, explicó que estaban analizando la posibilidad de sancionar este caso según el artículo 388 del Código Integral Penal: salvo en caso fortuito o fuerza mayor, el conductor que derrame en la vía pública sustancias o material deslizante, inflamable o contaminante será sancionado con multa igual al 40% de un salario básico y reducción de 7,5 puntos en la licencia.

Este caso fue considerado no intencional y por tanto no hubo sanción.

Redacción Quito (I)