Oran por la libertad

Los padres de familia de los supuestos manifestantes del Colegio Mejía recurrieron a la justicia divina. Ayer, en los exteriores del Centro de Detención Provisional (CDP) se arrodillaron en la calle Rocafuerte para orar por el bienestar de los jóvenes y pedir su libertad.El fin de semana, los presuntos manifestantes fueron trasladados al CDP. Son 54 personas. Los familiares de los jóvenes detenidos fueron temprano, ayer, para visitarlos. Pero no todos lograron entrar.

Grace S., madre de Patrick, llevó ropa, comida y útiles de aseo, pero no los pudo entregar. Personal del CDP informó que los detenidos están siendo reubicados.

Ellos usarán el espacio destinado para las personas que no pagan las pensiones alimenticias.

Santiago P., padre de Andrés y abogado, sí tuvo acceso. Él visitó a los muchachos y constató que estaban golpeados. Por ejemplo su hijo tenía un diente roto y golpes en la cara.

Andrés salió a comprar un pastel y lo detuvieron. Otros, mencionó, que tenían lesiones en las costillas, dedos fracturados...

La visita de Pazmiño fue aprovechada por los jóvenes para enviar mensajes a sus familias. En pedazos pequeños de papel bond enviaron sus recados.

Ronald, hijo de Nancy S., pidió que no se preocuparan de su condición. Lo hizo con un pequeño papel. Su madre al leer el mensaje se desató en llanto.

Hernán B., padre de Daniel, comentó que la situación es desesperante e indignante. Hay madres que se han humillado, pidiendo clemencia a las autoridades. Eso no puede ser en este país.

Para hoy está previsto que se realice una audiencia de conciliación con las autoridades del Municipio de Quito. Un padre mencionó que si en esta se determinan las responsabilidades, los jóvenes podrán recuperar su libertad. Se deben evaluar los daños.

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