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2014-10-30 22:11:20

Murió tras extracción de muelas del juicio

ElEl vehu00edculo de Medicina Legal acudiu00f3 ayer al edificio donde estaba el consultorio mu00e9dico. Foto: Armando Lara para u00daN

Diego Rosero fue velado mientras el galeno estaba ante un juez.Los restos de Diego Fernando Rosero regresaron ayer, 30 de octubre, a su natal Ibarra, en Imbabura. Allí será enterrado el joven de 19 años.Sin embargo, el caso aún no se cierra. Una indagación previa se inició ayer para determinar las razones de su muerte. El resultado de la autopsia indicó que sufrió un paro cardíaco a causa de un edema pulmonar agudo. La médico legal encontró sangre en uno de los pulmones del joven.

Esta afección puede ocurrir por diferentes razones y no necesariamente por una mala práctica médica. Para que este delito se configure se requiere que hayan habido acciones negligentes o innecesarias en el momento de la intervención.

De no ser así, se puede configurar un homicidio culposo que, según el Código Integral Penal, se sanciona con cárcel de tres a cinco años.

Hasta tener certezas sobre qué pasó, la fiscal Doris Guarderas decidió ayer no presentar cargos contra Gustavo R., médico que atendió a la víctima antes de morir.

Por ahora, lo que se conoce es la versión del padre del chico, Fernando Rosero, quien la tarde del miércoles lo acompañó al consultorio del especialista. Él aseguró que su hijo debía realizarse una terapia contra el lupus, una enfermedad que le habían diagnosticado hace varias semanas.

Acudieron al doctor, especializado en medicina energética o alternativa, por recomendaciones de amigos.

El experto -contó la Fiscal- le dijo al joven que antes de iniciar el tratamiento era necesario sacarle las cuatro muelas del juicio. El miércoles, cuando los agentes de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) recogieron el cuerpo de Rosero, notaron que tenía sangrado bucal. Además de esto no presentaba ninguna huella del violencia.

El padre también relató que durante la intervención, luego de que le sacaran dos molares, su hijo se sintió mal y recibió un suero con vitaminas. Minutos más tarde sufrió un paro cardiorrespiratorio.

El juez de garantías penales dejó en libertad al galeno, pero la investigación sigue.

Redacción Quito (I)

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