Ayuda a niños con Down

Cerca del Mercado de Iñaquito, en la zona de los centros comerciales, niños y padres de familia llegan desde las 08:00. No es una escuela. Tampoco una guardería. Es un sitio más especial. La gente de la zona ubica el lugar: Aprendiendo a vivir.

Está ahí, frente a la Fundación Reina de Quito, dice un señor que cuida autos.En la Iñaquito y Villalengua funciona el centro para niños con síndrome de Down, desde hace 16 años.

A la rueda rueda, se achica, se achica más, canta la fisioterapista Ruth Yacelga, de 50 años. Y en voz bajita les pide a sus alumnos de entre 5 y 6 años, baje el pompis, baje más, agáchese. Se agranda, se agranda más, continúa con la melodía.

En total, 150 chicos asisten. La mayoría ingresa desde los 15 días de nacido a un programa de estimulación temprana, del que participan dos a tres días por semana.

Lo explica Sonia Hinostroza, del centro. Fanny Pérez, de 39 años, cuenta que los pediatras y especialistas tienen bien ubicado al Aprendiendo a vivir. El médico de su hijo Diego Cagueñas, quien tiene 2 años y tres meses, le indicó sobre este centro.

A ella no le importó la distancia. Su familia vive en Carcelén Bajo, gastan unos USD 25 en buses. Pero la madre está contenta porque su bebé es muy despierto. Su esposo es transportista, ella dejó el trabajo de auxiliar de guardería para dedicarse al menor de sus tres hijos.

Este centro terapéutico recibe a los niños, de lunes a viernes, de 08:00 a 12:30, según su edad. Hasta los 3 años acuden con padres o abuelos.

Desde esa edad hasta los 6 van solos, se preparan para, de ser posible, ser inscritos en planteles de educación regular. Quienes consiguen estudiar en esos establecimientos asisten dos veces por semana, en las tardes, a refuerzo. Este lugar existe gracias a la Fundación Reina de Quito.

Redacción Quito