Control de incidentes
Fue necesario el uso de caballos para controlar el orden en el estadio. Foto: Pau00fal Rivas / u00daN.Las puertas del estadio Monumental se abrieron a las 15:00 pero media hora antes las largas filas ya rodeaban el escenario guayaquileño.Una marea amarilla se tomó la avenida Barcelona, mientras la Policía Nacional intentaba controlar su avance al estadio. Las rejas de seguridad no resistieron mucho tiempo.
Las apretadas columnas terminaron por tumbar los cercos metálicos, con ello se formó un caos que los uniformados no pudieron contrarrestar. Los hinchas comenzaron a correr con dirección a las puertas de ingreso.
El cerramiento del estadio tampoco detuvo a la masa amarilla que trepó por las rejas y corrió por la explanada.
Ellos buscaban asegurar los mejores puestos para disfrutar la final de ida ante Emelec.
El desorden duró poco más de 15 minutos. Luego de eso la Policía retomó el control de la situación, ellos levantaron el cerco metálico y con sus caballos obligaron a los hinchas a respetar la columna de ingreso en las puertas.
Había tres policías apostados en cada uno de los ingresos a la general sur del escenario deportivo. Los uniformados realizaron rigurosos cacheos a los aficionados. No permitieron la entrada a personas en estado etílico, decomisaron hebillas y todos los accesorios de vestir que podían ser utilizados como proyectil.
Las disposiciones son las mismas que en cualquier otro partido, solo que ahora debemos ser más meticulosos por el impacto del juego, contó Raúl Villamar, efectivo policial que inspeccionaba el ingreso a la general sur.
En total fueron 1 800 policías los que estuvieron en las inmediaciones del estadio Monumental, desde el puente del Velero hasta la entrada al túnel del cerro San Eduardo.
Redacción Deportes
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