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2014-12-18 17:17:13

El triunfo de los violentos

La decisión de jugar las finales sin público visitante significó reconocer la derrota ante el avance de los violentos que copan las barras bravas.Los clubes se lavaron las manos. No quieren que nada dañe su marca, sus colores. Los directivos no asumen su responsabilidad y miran, con talante casi cómplice, cómo las barras bravas campean a sus anchas.

La Policía, más allá de campañas melodramáticas y poco efectivas, poco ha hecho.

Fue preocupante ver a José Serrano, ministro del Interior, haciendo esfuerzos inútiles para revertir la medida, solamente para no dejar en evidencia el fracaso del poder público frente a la violencia que genera el fútbol.

¿Qué viene? En el futuro, no solo las finales se jugarán netamente con público local. El trabajo para evitar que el fenómeno de la violencia se expanda en la sociedad está enterito. Y nadie lo asume.

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