placeholder
Noticias
2014-12-20 09:48:30

Simón Bolívar le llevó a la Academia

Quito le deslumbra a Diego Moscoso y ha dedicado muchos años de su vida a escarbar la historia de la capital. Tiene ocho libros.

Quiteño de cepa. Nació en la calle Carchi (1944), junto a la Basílica del Voto Nacional; luego, aún guagu00fcito, pasó a vivir en La Loma. Más tarde en La Mariscal y, por último, en la urbanización Zaldumbide que se construyó en 1945. Ya adulto migró al valle de Los Chillos y ahí se quedó para siempre.Pero siempre vuelve por las calles del Centro Histórico, lo hace para recordar sus años de juventud. Esos paseos lo revitalizan. No fue tan buen estudiante; a los 22 años se graduó en el colegio (primero estudió en el Benalcázar y luego en el Pensionado Universitario).

Meses después le sedujo la historia y empezó a estudiar con rigor; escribió ocho libros y algunos cuentos. Su especialidad ha sido los segmentos históricos poco conocidos. Por ejemplo, qué sucedió con los hermanos Alfaro mientras eran trasladados a Quito. El ferrocarril demoró 58 horas en llegar a la capital.

Ingresó a la Academia de Historia con el trabajo 'Don Simón y su gente'; aquella investigación le tomó 10 años y pudo averiguar que el Libertador era aficionado al ají y a poner apodos a la gente.

Como de la historia no se vive, según afirma, Diego se decantó nada menos que por la carpintería y la importación de vino.

Le encanta el motociclismo, la natación, la excursión y también la caminata. Aficiones que son compartidas por sus dos hijos y sus cuatro nietos. Su otra pasión es, por supuesto, Quito.

Está a punto de publicar otro libro, uno que habla sobre los 100 años del tranvía, un medio que evolucionó la vida de los quiteños. Cuenta que había dos rutas: la una que salía de Chillogallo a la Colón y 6 de Diciembre; la otra, desde Chillogallo hasta San Diego.

En los primeros meses del próximo año, publicará un libro sobre los duelos de honor en Ecuador. Es un tema que le ha quitado cuatro años de sueño y le ha apasionado en extremo, pues se ha dedicado en cuerpo y alma a la investigación. La historia es así...

Más de chulla vida:

Médico y músico Un pionero de las peñas Entre nichos y almas Tallador de los Niños