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2015-01-14 06:22:31

Sus pulmones no se recuperaron

Una semana antes de la muerte de Cristina Prócel Villarroel, su padre aún guardaba la esperanza de que las quemaduras de su hija sanaran, sobre todo las de sus pulmones.Una explosión de gas centralizado en el edificio que la joven de 26 años arrendaba la mantuvo durante 33 días en el área de quemados del Hospital Carlos Andrade Marín.

Eduardo Prócel, el padre, contó que su hija falleció el lunes a las 12:00. Él estaba junto a ella, como todos los días tras la tragedia. Tenía un hueco de 2 centímetros en el pulmón izquierdo. Y a pesar de la última cirugía que se le hizo no pudo sanar, dijo.

En el accidente, tres personas resultaron heridas. Una de ellas fue su esposo, con el que se había casado un mes antes de la explosión.

En el departamento incinerado vivieron solo tres días, indicó el padre. Ahora la familia pide que la Fiscalía investigue la tragedia. Que se encuentre a los responsables, pues consideran que se pudo tratar de negligencia.

Mi hija no provocó la explosión. En el edificio había una fuga de gas. Ella fue una víctima, dijo Prócel.

Redacción Quito (I)