El robo les salió mal

Parecía un robo bastante simple: ingresar a una casa y asaltar a dos mujeres de 94 y 67 años (la dueña de casa y su empleada doméstica, respectivamente). José M. y Cristian E., ahora detenidos, no pensaron que la de menor edad lograría denunciar el caso a tiempo para que actuara la Policía.Según el parte de detención, los dos hombres se hicieron pasar por fumigadores de ratas para entrar en la vivienda de la anciana, ubicada en las calles García Moreno y Esmeraldas, en el Centro.

Eran las 18:10 del lunes. Por lo general, las dos mujeres pasaban solas en casa. La Policía cree que ellos planificaron el robo en base a información personal que lograron conseguir. Minutos después de que los supuestos fumigadores, uniformados con camisas azules y cascos verdes, ingresaran a la casa las mujeres notaron algo extraño y prefirieron encerrarse en un cuarto. Cuando no escucharon más ruidos salieron.

La sorpresa se llevó la dueña del departamento al notar que de su dormitorio se habían llevado una caja fuerte blanca.

La empleada salió tras los ladrones. No pensó dos veces cuando inició una persecución por la calle Esmeraldas. Ellos corrían con dificultad por el peso del metal con el que está hecha la caja fuerte.

Los gritos de ayuda alertaron a unos transeúntes que no quisieron ayudar. Por suerte, por esa calle circulaban unos agentes motorizados que en ese momento patrullaban la zona.

Sin mucho esfuerzo, los policías lograron atrapar a quienes llevaban la caja fuerte. El parte indica que los detenidos tenían en su poder, además, dos destornilladores, una Tablet y tres teléfonos celulares.

Fueron llevados a la Unidad de Flagrancia en espera de su audiencia. Ellos fueron acusados de robo. Para conocer el monto de lo hurtado, la anciana debía abrir la caja fuerte en presencia de un perito. Pero hasta el cierre de esta edición, tal diligencia aún no se realizaba.

Redacción Quito (I)