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2015-03-24 06:48:08

El secuestro exprés vuelve a meter miedo

AlejandroAlejandro recordu00f3 los momentos mu00e1s dramu00e1ticos del ataque del que fue vu00edctima. Foto: Eduardo Teru00e1n / u00daN.
Mauricio Duran

Alejandro tiene muy presentes los detalles del secuestro exprés del que fue víctima.La noche del pasado 7 de marzo compró unas cervezas en la av. Tomás de Berlanga y Amazonas, en el norte. Tenía una reunión en casa de un amigo y solicitó un taxi a través de una aplicación para celular.

A los pocos minutos vio que llegaron dos autos. El primero era totalmente amarillo y de allí se bajaron dos personas. Pensé, ese no es mi taxi, cuenta.

El segundo era amarillo con franjas verdes. Alejandro detalla que no esperó a que el conductor le dijera su nombre, como es lo usual en un taxi seguro.

Tampoco se fijó si tenía placas anaranjadas, los sellos de seguridad o cámaras del programa Transporte Seguro, de la Agencia Nacional de Tránsito.

Mientras revisaba en su celular la ubicación de la casa de su amigo no se fijó que el conductor tomó un camino que no debía. Le dije que fuera por la Shyris, pero deliberadamente se pasó la avenida con el pretexto de que se había equivocado.

Antes de que el joven pudiera sospechar que algo andaba mal, tres personas subieron al vehículo. Uno trató de rociarle gas pimienta, pero le llegó a su compañero. Este sacó un destornillador y trató de herir a la víctima. Forcejearon. Supongo que por la adrenalina logré lanzar el destornillador a la ventana. Nadie escuchó sus gritos pidiendo auxilio.

Durante una hora y media lo tuvieron dando vueltas, enceguecido por el gas. Sacaron USD 500 de su cuenta bancaria. Finalmente lo abandonaron en una zona poco poblada del norte de la ciudad.

Este no es el único caso. El viernes se registró otro secuestro exprés en la urbe. En la foto que la víctima subió a la web se ve a un joven con el ojo derecho hinchado. Todo su rostro está lleno de contusiones y usa cuello ortopédico.

Según el post de la víctima, luego de abordar un taxi, el conductor se desvió de la ruta, frenó de golpe a pocas cuadras de la PJ. Entonces, tres hombres ingresaron al automotor, lo golpearon... y la historia volvió a repetirse.

Sara Ortiz. (I)sarao@elcomercio.com

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