¿Cómo se siente que le caiga un rayo?

Miró un resplandor tan intenso que por minutos la dejó ciega. Le siguió un dolor intenso en la cabeza y se desmayó.

Todo esto le ocurrió a Mayra Guaña, aspirante a Agente de Tránsito, minutos después de que el jueves por la noche cayera un rayo en el patio de la Escuela de Formación de Agentes Civiles de Tránsito de la AMT, en las calle El Niño y Manuela Cañizares, en La Armenia, valle de Los Chillos.'Las bancas metálicas se movían como si fuera un temblor', contó ayer la joven de 25 años. Ella se encontraba en uno de los salones de clase cercanos al patio, en donde aterrizó la fuerte descarga eléctrica.

Allí se encontraban más de una veintena de aspirantes formados en dos filas, de varones y mujeres. Los instructores les estaban repartiendo los víveres que enviaron sus familias, pues ellos se encontraban cursando el primer internamiento en el proceso de formación profesional.

Ella narró que sintió un hormigueo en su cuerpo. Vio a sus compañeros vomitar, otros se desmayaban y varios se quejaban de un dolor de cabeza. ?Entre quienes perdieron la conciencia estaba Sandra Cayambe.

Explicó que se encontraba en la fila de mujeres en el patio y que el rayo cayó detrás de ella. 'Fue como si me hubieran golpeado la cabeza con tanta fuerza que pensé que se me reventó algo'. Se sintió mareada por un momento hasta que se desmayó.

Sus compañeros le contaron que minutos después reaccionó, pero ella solo recuerda que despertó casi seis horas más tarde, en una camilla del área de urgencias de una clínica y conectada a un suero. 'Cuando desperté me di cuenta que no podía mover las piernas, parecía paralizada, pero fue solo temporal', contó aliviada.

Cuando llegaron los paramédicos encontraron casi dos docenas de agentes quejándose, pero solo seis -cinco mujeres y un hombre- fueron trasladados a dos hospitales.

Según Juan Pozo, de la AMT, hasta el mediodía de ayer, todos habían recibido el alta, pero debían ser evaluados por última vez antes de regresar a la Escuela de Formación.

Sara Ortiz (I)sarao@elcomercio.com

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