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2015-04-15 15:33:43

Dos empleadas que se rebelan contra el poder

Cortesu00edaCortesu00eda El silencio de los u00e1rboles
Gabriela Vivanco

Clara y Solange son dos hermanas que llevan varios años trabajando como empleadas domésticas puertas adentro para un matrimonio de clase acomodada.

Sin embargo, ellas no se sienten satisfechas con su condición y buscarán la forma de desahogarse.Las actrices Vanesa Niquinga y Sharon Olazaval son las protagonistas de esta nueva obra de teatro titulada 'El silencio de los árboles', que se estrena esta semana en la Alianza Francesa, está basada en 'Las criadas', del dramaturgo francés Jean Genet.

Olazaval explica que fue la oscura estética y el manejo de personajes conflictivos y frívolos lo que se convirtió en el principal atractivo para explorar esta obra, que fue estrenada en 1947 y que ha sido actualizada y adaptada con la dirección de Manuela Romoleroux.

En la obra, Niquinga y Olazaval adoptan el papel de estas dos empleadas domésticas que mantienen una relación de amor y odio con sus empleadores.

Con la frustración de no poder llegar a ser como ellos, las hermanas aprovechan la ausencia de los dueños de casa para involucrarse en un doble juego interpretativo en el que fingen ser las patronas.

A partir de estos juegos pondrán en marcha un plan para deshacerse de sus jefes para alcanzar su emancipación.

La historia se desarrolla en varios espacios de la casa recreados en el escenario a partir de una estética minimalista.

En un ambiente que más bien pretende desprenderse de cualquier época a partir de un vestuario 'esperpéntico', Olazaval explica que el grupo de teatro quiere exponer la realidad de una servidumbre que persiste en la sociedad moderna.

Y aunque admite que existen mejores condiciones de trabajo, las relaciones de poder aún engendran serios conflictos.La obra explora las relaciones de poder entre dos empleadas domésticas y sus patronos.

Fernando Criollo. Redactor (I)fcriollo@elcomercio.com