Parientes, en la búsqueda

Con palas y azadones, sin apartar la mirada del río Congo, 28 parientes buscaban al taxista arrastrado por el caudal, en su vehículo, la tarde del viernes. Ellos se unieron al equipo de los organismos de rescate. Pero, hasta ayer, 19 de abril del 2015, los esfuerzos no dieron frutos.Luis Valladares, de 42 años, es padre de tres hijos. Uno de ellos vive en Bolivia. Aunque, actualmente, contó su hermana Luz Valladares, vivía con sus hermanos, en el barrio La Argelia, en el sur. Y hace unos dos años había comprado el vehículo.

Luis es el quinto de 13 hermanos, recordó Luz, al pie del río, en el sector El Beaterio. La familia es oriunda de Pujilí.

Luis llegó a Quito, junto a sus hermanos mayores, cuando estaba en edad de trabajar, aunque aún era pequeño. Se inició en el taxismo en la cooperativa a la que pertenece su primo, Nelson Valladares, quien tenía presente que se encontraba con su familiar en el parque de Solanda, donde sabían ir a descansar.

Luego, Luis se cambió a la operadora en la que laboraba en el momento de la tragedia. Alegre, conversón, amable... Así recordó Nelson a su primo. Eso sí, en una fiesta, nosotros somos bien bailarines.

En el sector, ayer, vecinos del lugar también salieron a apoyar en la búsqueda. Unos caminaron al borde del río y otros, con periódicos en mano, comentaban sobre el hecho. Una de las personas que se mantuvo pendiente fue Julio Tixi, padre de uno de los jóvenes que rescataron a la mujer y a los dos niños que se encontraban en el taxi a la hora del suceso.

Por su parte, los parientes de Luis se dividieron en cuatro grupos para seguir la búsqueda. La tarde de ayer, las labores se suspendieron por las lluvias. En estas participaron Bomberos, COE Metropolitano y Policía. Los efectivos también se separaron en grupos para agilitar la búsqueda.

Unos examinaban el río en el sector de El Beaterio, entre los barrios Nueva Loja y Venceremos; otros, se distribuyeron río abajo, con dirección hacia el Machángara.

Nelson comentó que el taxi fue llevado a la casa donde vivía el desaparecido. Apenado, el hombre comentó que luego del incidente, el auto no sirve para nada.

En medio de la búsqueda, entre familiares y rescatistas, el deseo era el mismo: encontrar a Luis.

Ana Guerrero

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