Plantas que adoran el agua

Así como hay plantas a las que no les gusta mucho el agua, hay otras que se sienten a sus anchas junto a ella.Algunas especies son originarias de zonas lacustres o de las riberas de los ríos. Un ejemplo clásico es el papiro, que es natural del río Nilo y crece en los suelos húmedos y fangosos, explica el Ing. Marcelo Zúñiga, de Decojardín El Colibrí de Sangolquí.

Se multiplica por rizomas (bulbos) y necesita mucha agua y sol. Es mejor sembrarlos en conjunto para que se protejan mejor de los agentes naturales.

Otras, como las calas o cartuchos, los lirios, jacintos de agua y los bambúes tienen su génesis en el Asia. La clematis, los troncos de la felicidad y el pescadito (nematando) también adoran el líquido.

Hay dos tipos de bambúes decorativos acá, explica el experto; los de interior y los de exterior. Los primeros poseen hojas amarillas y los segundos, verdes.

Todos son ideales para decorar cascadas, fuentes o rincones. ¿Por qué los rincones? Porque en esos sitios siempre los suelos son más húmedos. Por eso, deben ser muy ricos en materia orgánica.

Si un bambú o tronco de la felicidad está solo en el agua, agréguele una cucharada de panela molida a esta, para que tenga los nutrientes necesarios, dice Zúñiga.Muchos helechos son de climas tropicales y húmedos. Estos también precisan de suelo húmedo.

Algunas variedades de lobelias (cardenales de la laguna) crecen bien en terrenos empapados. Aquí son raras.

Las diversas variedades de clematis también son adictas al líquido vital. Son ornamentales pero escasas.

Los lirios y lirios de agua precisan de suelos mojados, pero con mucha materia orgánica para crecer.

El pescadito o nematando es otra especie que se desarrolla lozano y fuerte junto a las fuentes de agua.

Las calas o cartuchos son otras especies que crecen saludables y hermosas en zonas cercanas al agua.

Redacción Construir (I)

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