Un pueblo se queda nomás dormido...

A mediados de marzo volvió a suceder: una nueva ola de esa misteriosa 'enfermedad del sueño' golpeó a Kalachi, un pequeño pueblo de 680 almas ubicado 449 kilómetros al noroeste de Astana, la capital de Kazajstán, país que pertenecía a la ex-Unión Soviética.La novena ola comenzó. Dos personas, un hombre y una mujer, se adormecieron. En total, 120 personas han padecido la enfermedad. Y si contamos las recurrencias, el número total es de 152, dijo por teléfono Amanbek Kalzhanov, jefe del distrito.

Un fastidio comprensible cuando se tiene en cuenta la ausencia de explicación y la duración del misterio que azota a Kalachi. Hace varios años, pero más precisamente a partir de marzo del 2013, los habitantes de ese pueblo rural empezaron a quejarse de mareos, pérdida de memoria y alucinaciones.

Después, comenzaron a dormirse. En Kalachi, la gente se duerme de golpe, como si hubiera recibido un mazazo en la cabeza. Hombres, mujeres y niños quedan en estado de coma mientras trabajan o están en la escuela.

Ocho niños se desmayaron simultáneamente en una misma clase hace unos meses. En otra ocasión, unos 20 adultos se durmieron al mismo tiempo. El fenómeno dura días y, a veces, semanas. Y cuando se despiertan, no se acuerdan de nada.

Para los habitantes de Kalachi, a la angustia provocada por la ausencia de explicación, se ha sumado la consternación: con terror en la voz, evocan un episodio ocurrido en el 2010, poco tiempo antes de que la epidemia hiciera su aparición.

Como en ese momento no se conocían las manifestaciones del fenómeno, todos están convencidos de haber enterrado vivo a un anciano que parecía muerto. Talvez -según temen- fueron ellos quienes lo mataron, y ahora están sufriendo una maldición.

La Nación, GDA (I)