Sospecha de edades de los juveniles

No es casual que las dudas sobre la edad de varios juveniles sean un gran lastre para el fútbol ecuatoriano.

La primera responsabilidad la sigue teniendo el poder central, incapaz de proveer a sus ciudadanos de los sectores más alejados y marginales de los mecanismos para registrar su identidad de manera correcta. Esta es la raíz del problema, que no resta responsabilidad a los clubes y a la FEF.

Después de tantos problemas generados por el irregular registro público de varios jugadores, resulta increíble que no se tomen las medidas del caso. Se tropieza dos y tres veces con la misma piedra y las consecuencias están a la vista: otra vez, el fútbol ecuatoriano se desenvuelve en medio de las sospechas.

Los convenios entre la Federación Ecuatoriana de Fútbol y el Registro Civil son insuficientes, apenas una reacción tibia y sin objetivos ante un asunto que puede ser letal.