Cucuruchos de cera...
Entre los objetos ornamentales ideales en cualquier ambiente se incluye a las velas.Pese a que su propósito es dar luz, ahora, sus múltiples colores, diseños y aromas las hacen necesarias en la decoración.
Nina Chik, un nuevo emprendimiento ecuatoriano, moldea sus velas a mano. Este trabajo artístico da vida a distintas etnias del país (tsáchilas, saraguros) y a personajes de las fiestas populares.
Jenny Gálvez, socia del negocio, explica que dispone de 40 distintos diseños, desde USD 10. Entre los que no podía faltar está el tradicional dibluma.
Lleva una máscara roja. Tampoco le falta el zamarro color café, el fuete y, obviamente, unos cuernos bastante coloridos.
Muy llamativo es el taita carnaval, con un sombrero del que se desprenden hilos naranjas y amarillos. El cucurucho morado lleva una cruz entre sus manos.
Estas tres figuras son las preferidas de los clientes de Nina Chik, asegura María Isabel Aguirre, socia y fundadora de la firma.
Los detalles como ojos, collares y boca son pintados a mano. El resto del cuerpo es trabajado con parafina de colores. Y su esencia es de tutifruti.
En Vela & Canela, de la Amazonas y Río Coca, hay modelos más habituales: rectangulares, cuadrados, esféricos, ovalados.
Patricia Mundo, propietaria del lugar, destaca que la materia prima utilizada es parafina alemana. Según ella, esto aumenta la resistencia del producto.
Además, las velas de este negocio se consumen hacia adentro, para evitar lágrimas a los costados que desluzcan el diseño. Algunos artículos llevan la técnica de degradé, con detalles en el centro.
No obstante, las más pedidas son las de tonos cálidos: amarillo, dorado en parte porque simbolizan abundancia y dinero, señala Mundo.
Las velas, cuyo valor inicia en USD 1,desprenden olor al encenderse. En total hay 10 esencias.Una nueva tendencia de velas es la elaboración de personajes populares.
Redacción Construir (I)
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