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2015-07-27 07:40:37

Mosquera cumplió 100

AzucenaAzucena Proau00f1o, esposa; su hijo Eduardo y el doctor Carlos Mosquera, tras recibir el homenaje. Foto: Mariela Rosero/ u00daN
Soraya Quillupangui

Como para celebrar su cumpleaños número 100, Carlos Leopoldo Mosquera Sánchez recibió dos homenajes. Uno de parte de la Universidad Central y otro de la Asamblea, la semana pasada.Tal vez para muchos jóvenes su nombre no sea muy conocido. Pero su apellido junto al de la organización que abrió en 1950 tiene historia en la capital.

Se trata de la Fundación Médica Mosquera. El servicio empezó en las calles García Moreno y Esmeraldas, en pleno Centro Histórico.

Mosquera ejerció la profesión de ginecólogo durante 75 años. En ese tiempo trajo al mundo a unos 50 000 niños; el 90% en parto natural.

En el gobierno de Sixto Durán Ballén, en 1992, lo condecoraron en el grado de Gran Comendador. En el Pleno, la asambleísta oficialista María Augusta Calle dijo que se trataba de una persona muy querida en Quito. Y que el Legislativo tenía la obligación de reconocer el valor de los ciudadanos que han aportado desde su profesión para construir un país más equitativo.

Le dieron la condecoración Asamblea Nacional Vicente Rocafuerte. El doctor Mosquera fue un catedrático destacado de la Facultad de Medicina de la U. Central, del que llegó a ser decano vitalicio y vicerrector encargado de la casona. Por eso recibió un homenaje.

También impulsó la apertura del Hospital de la Policía. En la capital existen 50 profesionales con el apellido Mosquera: médicos, odontólogos, enfermeras, tecnólogos clínicos y psicólogos.

Todos ellos giran su actividad alrededor de los servicios de salud. De eso da cuenta el odontólogo Eduardo Mosquera Benalcázar, su primogénito.

Tiene 77 años y está orgulloso del legado que le deja su padre tanto a la familia como a la sociedad. Carlos Mosquera tuvo 12 hijos, siete de ellos son médicos. Además cuenta con 44 nietos y 12 bisnietos.

La primera de sus bisnietas, quinta generación, manifestó el deseo de estudiar Medicina. Eso les permite mantener la ilusión de que la familia continuará sirviendo a los quiteños como lo hizo el abuelo.El duro de la Fundación Médica Mosquera recibió homenaje.

Mariela Rosero (I) mrosero@elcomercio.com