Lo arrestaron por construir un reloj

Un adolescente musulmán de 14 años fue interrogado en el sur de Estados Unidos porque llevó al liceo un reloj digital fabricado por él mismo, y la Policía lo acusó de haber armado una bomba ficticia.El caso generó muchas reacciones en Internet, donde los internautas acusan a los policías de Texas de haber actuado con sentimientos de islamofobia.

Ahmed Mohamed, alumno de tercer año de secundaria, llevó el lunes al colegio un pequeño dispositivo casero, compuesto por una pantalla digital y un circuito electrónico, con el fin de mostrárselo al profesor de tecnología. Pero el aparato sonó mientras su grupo estaba en una clase de inglés, por lo que el profesor se lo confiscó.

'El director y policías me llevaron a un salón donde fui interrogado por cinco policías, me cachearon y me sacaron mi tableta y mi invento', relató el adolescente al diario Dallas Morning News.

'Luego me llevaron a un centro de detención juvenil, donde me cachearon, me tomaron las huellas digitales y me sacaron fotos', añadió el ingenioso adolescente entrevistado en la habitación de su casa, donde tiene muchos circuitos electrónicos arriba de su escritorio.

'Me preguntaron: ¿Intentabas hacer una bomba? Les dije que no, que intentaba construir un reloj. Me dijeron: Parece una bomba como la de las películas', explicó Ahmed.

Según el portavoz de la Policía, James McLellan, los agentes no tenían ningún motivo para sospechar del menor. Aunque sospechan que no dice toda la verdad.

El joven inventor, que vive en Irving, cerca de Dallas, dijo que durante el interrogatorio se le impidió llamar a sus padres.

El joven fue liberado por la Policía pero recibió una suspensión de tres días por parte del colegio. 'Este arresto es una señal de alarma', reaccionó Alia Salem, una funcionaria de Texas del Consejo de Relaciones Américo-Islámicas (CAIR).

Según el CAIR, este hecho no habría existido si el adolescente no fuera de origen musulmán. ?Solo quiere inventar cosas buenas para la humanidad?, indicó más tarde Mahmed, el padre de Ahmed, un inmigrante procedente de Sudán.

Washington. AFP (I)