Dolor y rabia por crimen

Los vecinos de San Isidro de Puengasí acudieron a la casa barrial la tarde y noche de ayer. Fueron a acompañar a la familia de la niña de 4 años que murió tras haber sido ultrajada.Los moradores abrazaban a los familiares y voluntariamente en una urna dejaban una cantidad de dinero para apoyar a la familia. En las afueras de la casa barrial se colocó un letrero que pedía a los vecinos que los acompañaran y que se unieran para exigir justicia ante este caso.

Henry O., la persona que fue detenida como presunto responsable de la violación y muerte de la niña, permanecerá 30 días preso mientras dure la instrucción fiscal. Así se decidió en una audiencia desarrollada la tarde de ayer. Henry O., de 29 años, estuvo a punto de ser linchado la noche del lunes por los moradores del barrio. El incidente se produjo después de que los familiares de la niña reportaran su desaparición a la Policía Nacional.

Una persona de una tienda contó que vio que la pequeña y el sospechoso salían de un terreno. Compró algunos dulces y se la llevó a su vivienda.

El rumor de que la niña había muerto se difundió por el sector.

Las personas fueron a la casa en la que vivía Henry O. Con palos en las manos, pedían que saliera. Miembros de la Policía y del grupo antimotines llegaron para llevar al sospechoso y evitar que la gente quemara la casa.

Se conoció que hace un tiempo Henry O. vivía al lado de la casa de la niña. Se cambió luego a otro domicilio y hace un mes aproximadamente llegó al lugar donde fue encontrado con el cadáver de la pequeña.

Como la niña ya le conocía desde antes, es probable que le haya seguido cuando el sujeto le dio golosinas, dice José Luis Sánchez, un vecino.

Magdalena Álvarez, presidenta del barrio, explicó que los moradores se han reunido para pedir a los dueños de las casas que conozcan mejor a los inquilinos antes de arrendar los departamentos.

Solicitan a las autoridades que haya más control en el sector para evitar que estos casos se repitan con otros niños. Y exigen justicia en este crimen que los ha dejado conmocionados.

Redacción Quito