Competencia ancestral

Édison Valenzuela ganó ayer la carrera de caballitos de totora. La prueba se realiza cada año en la laguna de Yahuarcocha, en Imbabura, como parte de las fiestas de Ibarra que cumplió 409 años de fundación.Retomando la tradición ancestral de los vecinos de las cuencas hídricas, una veintena de personas se inscribió en la competencia, que congrega a deportistas indígenas y mestizos.

Valenzuela, estudiante universitario nacido en Ibarra hace 24 años, le arrebató el título a Alberto Bautista, oriundo de la comunidad kichwa de La Compañía, parroquia de Eugenio Espejo, del cantón Otavalo.

Unos 16 hombres y ocho mujeres, divididos en tres categorías, estuvieron a las 08:00 en la línea de partida. Sin embargo, la mayoría de participantes, como Fernando Calderón, llegó a las 05:00, para cortar y atar con cuerdas los tallos verdes de las totoras, que crecen a orillas de Yahuarcocha.

De esta manera confeccionaron esta especie de balsas, como lo hacían sus abuelos. Valenzuela cruzó primero la meta tras cubrir los 2 000 metros de distancia en 26 minutos, ayudado únicamente con un remo doble.

Según los organizadores, la confección de los caballitos de totora es una técnica indígena que se intenta rescatar en la provincia. Se trata de un tejido similar al que realizan quienes viven cerca del lago Titicaca, en Bolivia.

En damas ganó Carmen Valenzuela, y en adultos mayores José Chicaiza, de 67 años.

Redacción Sierra norte(F-Contenido Intercultural)