Una ayudita a Collacoto, un barrio con 'full' líos

Qué pena me dio ir al barrio Collacoto, a un costado del peaje de la autopista General Rumiñahui (centro-oriente de Quito). Tiene tantas necesidades que no se por dónde comenzar.Lo más lamentable es observar su parque infantil. El sitio es supergrande, con hierbas malas por doquier; sus juegos destartalados y peligrosos para cualquier guagua que se acerque dizque a divertirse un rato. Encima está con basura.

Pero este último problema está en todas partes del barrio. Como no hay ni un solo basurero, los vecinos desatentos sacan las bolsas de desechos a cualquier hora y los perros -que abundan en el sector- no demoran en romperlas. Qué drama...

Como el sector está rodeado de abundante vegetación, los malos vecinos de otros barrios se han dado a la ingrata tarea de ir a arrojar escombros en un camino estrecho y no tan frecuentado por los de Collacoto.

Esas montañas de escombros desluce la belleza del sitio; son tan bonitos los bosques que tienen que desde alguna lomita se observa buena parte del valle de Los Chillos.

Y como si todo eso no fuera suficiente, en algunos tramos del sector no hay veredas y los estudiantes de la escuela que por allí funciona torean a los carros. Los vecinos piden, de rodillas, que la autoridad les dé una mano. Ya es hora...

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