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2015-10-12 06:32:18

El vacío que dejó su padre

Vecinos,Vecinos, amigos y familiares se reunieron para despedirse de Daru00edo P. y solidarizarse con su familia. Foto: Julio Estrella / u00daN
Lucia Vasconez

La familia de Darío P., taxista asesinado el viernes, pide que se haga justicia.En el sector de San Juan de Cangahua, en el norte de Quito, se realizó la velación del taxista Darío P. Su hijo mayor Diego todavía no podía creer lo que había ocurrido. ¿Por qué a mi papá?, se preguntaba repetidamente a sí mismo.Amigos y familiares del difunto llegaron conmocionados por la noticia. A medida que entraron al lugar expresaron su pesar y solidaridad a la familia de la víctima.

Tiene que hacerse justicia, demandaron los asistentes. El fallecimiento de Darío P., trastocó la vida de su esposa y sus hijos. La mañana del jueves, cuando salió a trabajar, no imaginaron que el día terminaría en una tragedia. Para Diego, la justicia es importante. Pero por ahora está tratando de imaginarse cómo será la vida sin su padre y en cómo sacar adelante a su familia.

Mi mamá recibió una llamada del dueño del taxi más o menos a las 02:30 del viernes, recuerda.

Le preguntaron si su esposo estaba en casa. Cuando fue a consultarles a sus hijos, todos se levantaron preocupados.

Nos indicó que habían encontrado el taxi por Pisulí y que al parecer se trataba de un asalto, cuenta.

Diego y su hermano salieron a buscarlo a ese sitio y al llegar se encontraron con varios taxis parqueados en el sector.

Por lo general eso sucede cuando dan alguna alerta desde la central, dijo. Al tratar de acercarse pudo ver el vehículo en el que trabajaba su padre con las cuatro puertas abiertas.

Los policías no me dejaron pasar más allá, me indicaron que podía contaminar la escena del crimen, aseguró.

Yo llegué pensando que era un asalto y me dijeron que hubo un crimen, continúa.

Los agentes que estaban a cargo del caso le informaron que había un muerto y su cuerpo ya se había trasladado a la morgue.

Él escuchó comentarios de que un hombre de mediana estatura de alrededor de 22 años había sido el autor del asesinato. No había razón para matarlo, sostuvo.

Descartaron que la causa haya sido un robo. Aseguraron que la Policía les entregó las pertenencias completas de su padre.

Luego partieron a la morgue y pudieron reconocer el cuerpo de su padre. Fue en ese momento en que la noticia los golpeó. Antes de eso, todo parecía mentira.

Darío P. era un padre increíble, cuentan sus hijos. Era el mejor ejemplo y nunca le hizo daño a nadie, comentó su hijo mayor conmovido.

Trabajaba desde hace tres años en la Cooperativa 18 de Septiembre y rara vez llegaba a la casa pasadas las 22:00.

Ese día llamó y dijo que iba a trabajar hasta tarde pues quería descansar el feriado.

Diego, su hijo, empezó en el taxismo hace tres meses. Ni él ni su padre habían sufrido asaltos o robos por lo que nunca desconfiaron de algún cliente.

En el interior de la sala de velación permanecieron sus hermanos, su madre y el resto de sus familiares.

Sobrecogidos con la pena y la falta de respuestas, no pudieron dejar de llorar. Llenos de preguntas e incertidumbre permanecieron en la funeraria. Él era la cabeza de la familia y ahora se quedaron solos.

Gabriela Castellanos (I)

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