Sufriendo desde lejos

Los ecuatorianos que residen en España aspiran a que ese país condone la deuda de Ecuador, en vista de la destrucción por el terremoto.Carla Sánchez se mantiene triste y digna y sin una lágrima arropada por su marido y su hijo de ocho años, sentada en la iglesia del barrio madrileño de Usera, como decenas de compatriotas ecuatorianos que asistieron el martes 19 de abril a una misa para su país.Su padre murió en el terremoto y no pudo darle un último abrazo. El pueblo de Ecuador y de este barrio de Usera es nuestro hermano, dice el sacerdote Juan-Pedro Gutiérrez.

La llamada telefónica cargada de malas noticias les llegó el domingo por la mañana. Desde entonces ha sabido de muchas personas que se han quedado sin casas y otras muchas que han fallecido en Pedernales, Portoviejo y Manta.

Cristian, esposo de Carla, insiste en que la pena más grande es para los que se han quedado.

Pero estar lejos es díficil: Es una situación complicada, no sé si de tristeza, de rabia, de desolación... . Para los ecuatorianos en España, el terremoto ha generado una situación traumática muy difícil, resume Vladimir Paspuel, presidente la Asociación de Inmigrantes Ruminahui.

Madrid. AFP (I)

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