Pastor fue enterrado

En medio de los llantos de adultos y niños, el sonido de la música y las plegarias por su descanso eterno, Carlos Cepeda fue enterrado ayer.Más de 30 vehículos formaron parte de la caravana que acompañó al féretro desde el sector de Caupicho hasta el cementerio Jardines Santa Rosa (ubicados en el sur de Quito).

Vestidos de blanco bajaron uno a uno los familiares de las camionetas.

En sus rostros se revelaba la tristeza que sentían por el fallecimiento del hombre de 41 años que fue hallado muerto con 20 puñaladas en la puerta del garaje donde guardaba su vehículo.

Cepeda estaba a punto de convertirse en pastor evangélico, cuenta su primo Segundo Chicaiza, quien manejó una de las camionetas hasta el cementerio.

En agosto sería su graduación en la iglesia. Él lo recuerda como una persona querida por la comunidad, por lo que no entiende su muerte.

Sus compañeros del Mercado Mayorista también se hicieron presentes. Blanca Casa, de la Asociación de Productores Agrícolas, cuenta que Cepeda vendía tomates en el mercado. Ella tuvo la oportunidad de compartir la Navidad pasada con la víctima. Era una persona sociable.

Los asistentes al entierro aún desconocen la causa del asesinato. Tampoco se ha confirmado la autoría del hecho. Su primo cree que se debió a alguna venganza y que los responsables viven en su barrio. Un grupo de personas prendió fuego a la casa donde vivían los supuestos criminales.

Isabel Alarcón (I)

Caupicho se enfureció y quemó una casa