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2016-05-01 08:52:29

Rondador que hace soñar

ElEl rondador, parte vital de la mu00fasica folclu00f3rica, es un instrumento caracteru00edstico de los Andes. Foto: Archivo/ u00daN
Ilaria Rapido

La variedad de instrumentos andinos dan brillo a la música de los Andes. Su elaboración va de un día hasta una semana. El rondador es el rey.Los rondadores, pero también las quenas, las zampoñas, las bocinas, entre otros, forman parte de la gran variedad de instrumentos andinos que se usa sobre todo para interpretar la música latinoamericana, aquella que sonó a lo bestia entre las décadas de los 70 y 90. Y sus fieles seguidores eran los universitarios y los intelectuales.Pero no vaya a creer que esos instrumentos nacieron reciencito. Su origen tiene vieja data, sobre todo de los rondadores. Se sabe que las culturas prehispánicas de Ecuador, por ejemplo, eran diestros intérpretes de aquel instrumento, aunque solo lo podían tocar las personas que, por sus atuendos, se deduce que eran chamanes y danzantes.

En la época prehispánica había rondadores de varios tamaños y diversos materiales (caña, piedra cerámica) con una cantidad variable de tubos y sujetos con amarras y soportes prioritariamente de caña.

En el período Colonial, la presencia de este instrumento fue regular; sin embargo, los documentos de los cronistas de ese tiempo se refieren a este de manera general y superficial, puesto que sus intereses no fueron precisamente artísticos sino religiosos.

Ya en la época actual, el rondador -y todo el resto de instrumentos andinos- dan brillo a la música andina, cuyo término se usa a menudo como sinónimo del estilo musical típico del Altiplano e interpretado generalmente por aymaras, quechuas y otros pueblos de dicha región.

Usualmente son melodías nostálgicas y evocativas, interpretadas con flautas de caña y charangos. Y las formaciones instrumentales están presentes a lo largo y ancho de la geografía andina; es decir, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Ecuador y Colombia (suroeste).

Y, ¿cómo se confeccionan esos instrumentos? Una vez que el carrizo, perteneciente a la familia de las gramíneas de la caña guadúa, esté ordenado por su grosor y altura, se afina y se lijan los bordes de lo que será un rondador, por ejemplo.

Durante su elaboración, es necesario que la parte inferior esté limpia para iniciar el amarrado de los carrizos y sostenerlos para generar firmeza. La confección puede durar un día entero, mientras que los palos de lluvia y las bocinas puede requerir de una semana aproximadamente.

Betty Beltrán (F-Contenido Intercultural)

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