placeholder
Noticias
2016-05-01 08:52:33

El paladar quiteño

LasLas hemanas Loly y Maru00eda Augusta posan frente al vitral de la cafeteru00eda. Foto: Pavel Calahorrano / u00daN
Ilaria Rapido

La Heladería Caribe se fundó el 8 de mayo de 1950. Los Espinoza Báez conservan el legado, especialmente Paco y María Augusta.Espumoso, aromático y contundente. Con el toque de canela y rompope justo para que tomarlo sea una experiencia deliciosa.Así es el famoso ponche, una de las vedetes de la Heladería y Cafetería Caribe desde hace 66 años, cuando el matrimonio Espinoza Báez decidió abrir el negocio en la esquina de las calles Bolívar y Venezuela, en pleno centro del aún recoleto Quito de entonces.

Es lo que hay para calentarse en los fríos anocheceres quiteños, explica María Augusta, uno de los nueve hijos que procreó la pareja y la heredera directa de la sazón y los trucos culinarios de doña Estercita, la matrona chef que inició la leyenda gastronómica de este local.

El chocolate de la casa también tiene magia. Y es producto de la fusión de varios tipos (incluido el ambateño) que María Augusta ha logrado amalgamar con manos de maga, explica Loly, la última de los Espinoza y la relacionadora pública de esta empresa netamente familiar, que ya apunta a la tercera generación.

Caribe empezó con la venta de unos helados de paila que ponían de cabeza a los quiteños quienes, después de la misa mañanera, completaban el domingo en la 'esquina de los helados'.

Claro, las recetas pertenecían a la madre alquimista quien, previsiva y sabia, las depositó en las manos de su hijo, Francisco, años antes de abandonar esta tierra.

'Paco' supo sacar el mayor provecho de ese legado y es el encargado de elaborarlos. Los fabrica en todos los sabores menos el de mango, que solo se hace entre noviembre y enero. El raudo crecimiento de la urbe conminó a los Espinoza a ampliar y actualizar el menú. Al ahora también renombrado seco de chivo se sumaron los apanados, churrascos, menestras y pollos a la plancha.

Ah, no probar sus sánduches de pernil es un verdadero crimen.

Víctor Vizuete E. (I)

Noticias relacionadas

Chef en San Roque Planes ecológicosQuito, la más popular