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2016-05-02 11:43:08

Un temor latente

Soraya Quillupangui

Los albergues que se improvisaron en las afueras de Canoa están repletos. Los habitantes aún sienten temor y no se animan a salir de las carpas en las que viven. Si sus casas no se cayeron, muchos esperan por la demolición. El futuro es incierto.Canoa, una de las playas preferidas por los quiteños, aún no se reactiva. Ayer llegaron delegados del Ministerio de Energía, de la Secretaría de Gestión de la Política y 20 soldados del Batallón de Infantería Motorizada 21 para ser parte de la minga solidaria que convocó el Gobierno.

Orlando Vera, uno de los vendedores del Malecón de Canoa, recién abrió su puesto de camisetas y recuerdos el sábado pasado. La zona nocturna de esta parroquia se ha apagado por completo. H

an transcurrido 17 días desde el terremoto y lo único que está claro para la comunidad es que levantarán su pueblo de cualquier manera.

En este sector se encuentran voluntarios de Techo Ecuador, Home 4 Ecuador, Cruz Roja y otras iniciativas.

Han ayudado a canalizar la ayuda que llega de varios sitios del país. Sin embargo, casi ningún turista llegó al sector, todos eran funcionarios del Estado, voluntarios o lugareños.

¿Cuándo volverá esta playa a funcionar con normalidad? Eso no lo sabe ni siquiera Paola Pabón, Secretaria de Gestión de la Política. Tardaremos mucho en reconstruir esta ciudad, dijo a ÚLTIMAS.

Santiago Guerrero (I)Desde Canoa

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