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2016-05-02 11:43:11

Un último chance

Soraya Quillupangui

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, hace un guiño a las clases populares a 10 días de que su permanencia en el poder se decida.En el que podría ser su último acto masivo, la presidenta Dilma Rousseff, aprovechó la conmemoración del día del Día Internacional de los Trabajadores para anunciar el incremento de la inversión en el programa Bolsa Familia, una iniciativa de ayudas para las clases populares, similar al bono de desarrollo que existe en Ecuador.Frente a una congregación del Partido de los Trabajadores (PT), el mayor movimiento de izquierda de Latinoamérica, pero que ayer se vio reducido en número en la cita con Dilma, la presidenta aseguró que luchará en contra de la posible destitución que enfrenta debido a cargos de supuestos delitos fiscales.

El programa Bolsa Familia, creado en el 2005, tiene como beneficiarios a unas 13,8 familias brasileras y es considerado uno de los pilares de la reducción de la pobreza de ese país desde la década pasada.

Ayer se convirtió, para la presidenta y el PT, en la última carta para que lograr el apoyo de sus bases de cara a una posible salida del poder.

En los próximos días una comisión en la que confluyen todos los partidos políticos elaborará un informe sobre los cargos de maniobras fiscales que pesan sobre la presidenta.

El documento será enviado al Senado, que decidirá si Dilma mantiene o abandona su cargo de líder del país.

Agencias

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