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2016-05-04 12:47:37

Estudio de las naranjadas

Gabriela Coba

Hay quienes usan guantes quirúrgicos para exprimir las naranjas, y también quienes lo hacen con las manos lluchas y sucias. Aquellos que venden la botella con jugo de naranja exprimiendo ese rato la fruta, y quienes lo tienen listo dentro de un balde.Esas dos caras del negocio no las ocultan los comerciantes informales que venden jugos de naranja; reconocen que algunos suben a su antojo el precio (de USD 1 a 1,50).

Las prácticas negativas están dañando al negocio que, hace un par de meses, se puso de moda en esquinas o paradas de buses. Y, para rematar, el lunes se conoció un informe municipal que señala que del análisis de 35 muestras de venta informal de jugo de naranja, recolectadas en cinco Administraciones Zonales, el 32% no cumplió con la norma para consumo humano. En esos productos se encontraron hasta enterobacterias, que provienen de las heces fecales.

La Secretaría Metropolitana de Salud inició ayer un segundo estudio, uno más completo porque se incluirá a las nueve administraciones. Los horarios de recolección serán en la madrugada, tarde y fines de semana.

El último día de mayo se tendrá el resultado, comentó José Ruales, secretario Metropolitano de Salud. Y agregó: Incluso sabremos el número de negocios instalados en vías muy transitadas, esquinas semaforizadas, paradas.

Los primeros informes del laboratorio fueron enviados a la Agencia de Coordinación Distrital del Comercio y a la Agencia Metropolitana de Control para las sanciones.

Hasta la tarde de ayer no se informó de un plan al respecto. Los comerciantes informales ya estaban en alerta y trabajando con el corazón en la boca.

Redacción Quito. (I)