Chao al banco

Allá por el año 1972, Banco del Pichincha abrió una de sus agencias en la casa esquinera de la Benalcázar y Sucre. Y 44 años después, la entidad se marchó para siempre de este sitio que se alista para ser la entrada a una de las paradas del Metro.El trasteo fue hace dos fines de semana y el último día de atención, el viernes 22 de abril. Así que desde el 25 de abril la atención se direccionó a las sucursales que el Banco tiene en la Plaza Grande (Espejo y Venezuela) y Plaza del Teatro (Guayaquil y Manabí). Así reza un rótulo en la pared de la vieja casona.

Algunos clientes estaban expectantes de que la sucursal empiece a atender en la esquina de las calles García Moreno y 24 de Mayo.

Las autoridades municipales dijeron que se cederá una casa patrimonial para que allí atienda la entidad bancaria.

Los vecinos están que saltan en chulla pie por la alegría de tener a un vecino de tal categoría. Eso aún no se concreta.

Angélica Arias, directora del Instituto Metropolitano de Patrimonio, indica que sigue en pie el traslado de la sucursal a esa casa patrimonial, pero los diversos papeleos legales no terminan y eso ha impedido que por el momento ese traslado se efectivice. Pero, insistió, todo eso está en curso.

También tardan las tareas para habilitar el espacio. La vieja casona, también de dos pisos y de color amarillo, luce todavía vacía, cerrada a cal y canto.

Los vecinos de la zona esperan que la presencia del banco le dé nueva vida al lugar. Sería una enorme pena que esto no se concretara, dijo Avelino Moposita.

Los vecinos están pendiente de la llegada del banco a su barrio.

Redacción Quito. (I)