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2016-05-28 09:19:45

Unas vacaciones bien caseras

Santiago Sarango

Un feriado bueno, bonito y barato. Eso fue lo que buscaron decenas de quiteños para dejar de lado el estrés fruto de los movimientos telúricos que sacuden al país y de la situación económica que cada día se complica más.Así lo aseguró Martha Vaca, madre de tres hijas y abuela de dos pequeños. La verdad es que la economía tampoco nos permitió viajar a otro lugar.

Fieles a ese lema, los quiteños visitaron el remodelado parque La Carolina. Allí, niños y adultos jugaron fútbol, hicieron ejercicio y navegaron alrededor del parque Náutico.

Después de sudar y de liberar tensiones se alimentaron. Alrededor de ese parque hubo de todo: sánduches, pinchos, salchipapas, helados, algodón de azúcar, fritada y el infaltable cebichocho. Vaca, quien acudió con su esposo y dos nietos, contó que el paseo le costó USD 10.

Inicialmente, esta mujer y su familia tenían previsto visitar las playas de Manabí, sin embargo, el terremoto de 7.8 grados de magnitud del pasado 16 de abril le hizo cambiar de idea. Cada feriado íbamos a Manabí. Me encantan sus playas, pero ahora tenemos miedo y creo que es mejor disfrutar de lo que nos ofrece la ciudad.

En un fin de semana común el parque La Carolina recibe a cerca de 57 000 visitantes. Ayer, sin embargo, ese centro de esparcimiento lució congestionado durante todo el día y tarde.

Según Rosa Calderón, comerciante, la remodelación de la laguna ha incrementado el número de visitantes, incluso en la noche. Eso ha permitido que las ventas y oferta de productos se incrementen. El parque tiene iluminación en la noche y eso nos beneficia a todos los vendedores.

Otro grupo de personas prefirió destinos como Tulcán, Ibarra y Otavalo para pasar el feriado por la Batalla de Pichincha. El primer bus salió ayer a las 05:50 con destino a Ibarra. Las ventanillas que ofertaban boletos para llegar a Manta, Esmeraldas, Portoviejo, Guayaquil, Pedernales y Santo Domingo de los Tsáchilas, en cambio, lucieron desiertas.

La explicación que dio uno de los administradores es que ellos venden los boletos con ocho días de anticipación para evitar aglomeraciones durante los feriados y fines de semana.

Paola Gavilanes V.Redactora (I)