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2011-06-01 13:46:11

Diario de una penuria

DosDos obreros acudieron a la vivienda de Mentor Lucero para solucionar, despuu00e9s de dos meses, el problema. Foto: Francisco Jarru00edn/ UN

Lucero luchó por más de 63 días para conseguir la atención de la Epmmop.u00a0Sobre una mesa redonda, de no más de un metro de diámetro, descansan unas 15 páginas de papel bond. En esos papeles, perfectamente organizados, están las palabras que han sigo elegidas por Mentor Lucero para contar por qué no ha podido dormir tranquilo desde hace más de dos meses.u00a0Martes. 07:00. Con sus manos arrugadas por el paso de sus 85 años, don Mentor toma uno de sus escritos que conforman su diario y lee: Todo comenzó el 28 de marzo del 2011.u00a0Esta es la fecha en que don Mentor llamó a la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) para solicitar que le ayuden a resolver un inconveniente de su vivienda, ubicada entre las calles Punáes y Pomasqui.u00a0¿Cuál era el problema? Con el fuerte invierno que, desde febrero, azotó a la capital las aguas servidas de mi casa comenzaron a filtrar a uno de mis dos

departamentos. Mi inquilina tenía que sacar ese líquido putrefacto con lavacaras, cuenta.Según él, este problema se producía porque el sistema de alcantarillado de su barrio -Colmena Baja- no servía.u00a0De lado a lado Han pasado cinco minutos y don Mentor recurre, una vez más, a sus anotaciones. En otro de los papeles lee que una funcionaria de la Epmmop le informó que

tenía que realizar un pedido formal para que su solicitud sea atendida.u00a0Por ello es que, al día siguiente, don Mentor fue al ente municipal -ubicado

entre las av. 9 de Octubre y Santa María-

a llenar un formulario. Dos semanas después, cuenta Lucero, un representante de la Epmmop fue a su vivienda y le informó que

su

problema debía ser remediado lo antes posible, pues producto de las filtraciones su casa corría peligro de hundirse.u00a0Me invadió el miedo, así que llamé nuevamente a la Epmmop para pedir agilidad. Lamentablemente lo único que hicieron es mandarme con una y otra persona y, a la final nadie me ayudo, cuenta.

La angustiaFinalmente, la semana pasada don Mentor recibió una llamada de la Epmmop para informarle que el Ing.

Vallejo iría -el viernes anterior- a evaluar nuevamente su vivienda. Pero el funcionario nunca llegó.u00a0Son las 08:30 del martes y don Mentor detiene su relato para tomar otra de las páginas de su diario. Allí se lee: Lunes 30 de mayo, llamé a la Epmmop y

solicité, por tercera vez, que envíen a los trabajadores y me respondieron que el Ing. José García está por la zona y que me espera en el colegio Henríquez Proaño, ubicado a dos cuadras de mi vivienda.u00a0De inmediato me trasladé al lugar, pese al fuerte sol

y al dolor de mis piernas. u00a1Qué lío de las siete madres!.u00a0De repente, don Mentor toma el teléfono y molesto llama a García, pues según él el ingeniero debía llegar hace una hora y media

para solucionar el problema.Como escribí en mi diario no queda más que tener paciencia y resignación, menciona.u00a0Por su parte, García aseguró que las filtraciones eran producto de que la caja de revisión (desfogue de las

aguas servidas de una vivienda) no tenía conexión con el alcantarillado.

u00a0Por eso, ayer a las 09:00 dos obreros llegaron a la vivienda de don Mentor para poner fin al problema que le ha tenido fregado...u00a0u00a0u00a1Qué lío de las siete madres! Es mejor tener

paciencia y resignación.

Mentor Lucero, afectadou00a0u00a0Más de ciudad:Buses históricos sin pasajeros¿Cómo se pasa el año?Colector peligrosoVuelven los 'sueños' Así inscriba al guagua Mujeres patriotas en El Trébol