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2011-06-10 14:59:13

Colegio Simón Bolívar con un adiós inconcluso

DosDos generaciones de comprometidas estudiantes del Simu00f3n Bolu00edvar: Fabiola Navarro y Johana Rivadeneira. Fotos: Eduardo Teru00e1n / UN

El colegio espera las adecuaciones del plantel a donde se trasladarán las 3 200 estudiantes del Simón Bolívar.u00a0El colegio Simón Bolívar deja atrás 70 años de historia para mudarse a una nueva casa. Luego de alojarse en una edificación levantada hace 450 años, su nuevo plantel

tiene aún varios pendientes.

Al caminar por los cuatro patios, en ese laberinto, como los denomina Johana Rivadeneira, presidenta del Consejo Estudiantil, aparecen 42 aulas que acogen a 3 200 alumnas.u00a0Mientras que en el edificio que las recibirá, donde funciona la escuela Municipal Espejo, suman 38, advierte Mario Carrillo, rector (e) y supervisor

provincial de Educación.u00a0Septiembre era el plazo para que las hijas del Simón

dejen la capilla del Hermano Miguel, donde desde 1942 se han encomendado antes de un examen o para salvar el año.u00a0Para esto los estudiantes de la escuela, dice Carrillo, debían desocupar el plantel en abril, lo que no ha pasado por las adecuaciones que aún hacen en su flamante casa que se ubica en Pusuquí.u00a0Llegará el cambio Pero para abandonar los túneles que conectan al colegio con El Tejar y otros puntos, el Cabildo ofreció construir seis aulas, a las que hay que sumar la adecuación de los seis laboratorios con los que cuenta.Como explica Carrillo, piden que para el cambio, la infraestructura cubra las necesidades y no sea cosa que una vez ahí, las obras estén inconclusas.Y entre que se define la fecha, con el traslado se van 114 docentes de la sección matutina, 94 de la vespertina, cinco autoridades, 26 administrativos y 15 de personal de apoyo.Sin embargo, en el lugar se quedan años de anécdotas con rostro propio. Ya han pasado 25 años desde que Patricia Rivera, encargada del almacén, sabe donde está hasta un alfiler.

u00a0Hija de una de las conserjes que han pasado por el plantel, a los

51 años, la mujer conoce el último rincón de donde funcionó la escuela de las hijas de los próceres y los colegios Mejía y Manuela Cañizares. Ella se graduó en 1980 y, como Johana, hija de Fabiola Navarro -promoción 1969-, tiene presente la leyenda de la 'muñeca Simonita', una alumna que dicen murió en el sitio.u00a0Patricia, una de las ocho de 10 hermanas que estudiaron en el plantel, es la encargada de que en el trasteo vayan hasta los vestidos de las comparsas de hace más de 50 años.u00a0A Patricia se une Yolanda Dávila. Como hija de una antigua maestra del colegio, siguió el legado. Ya son 34 promociones que

ha visto graduarse. Su madre se jubiló en el Simón y ella lo hará lejos de los corredores que la han visto pasar la mitad de su vida.u00a0El futuroSeguros de que no se irían si la infraestructura no estuviera tan deteriorada, quienes integran la institución empiezan a despedirse de la casa que, según Carrillo, será el Museo de la Educación.u00a0Una vez listas las obras, no habrá un cambio de zonificación, pues el nuevo hogar se encuentra en el mismo sector y pertenece a la UTE 4.u00a0Se quedan muchos recuerdos, en cada rincón hemos vivido una historia.

Yolanda Dávila, profesora del colegiou00a0Conozco lo que el colegio tiene y estoy preocupada por lo que va a pasar con la salida.

Patricia Rivera, encargada del almacénu00a0u00a0Más de ciudad:Óxido y borrachos en un parque de la Kennedy¿Se hunde? ReclameEn Turubamba Alto 'las viviendas se caen'La Simón Bolívar en rehabilitaciónParque de ratas grandesLa congestión se toma el Centro