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2011-12-16 13:14:48

María pide un milagro en Navidad

Maru00edaMaru00eda tiene un hijo de 16 au00f1os y cuatro mujercitas de 14, 11, 6 y 3 au00f1os. Su sobrino tiene 10 au00f1os. Ellos esperan por su ayuda. Foto: Evelyn Ju00e1come/ UN

Una familia que vive en pobreza extrema tiene un drama tenaz. Doña María acaba de enterarse que su hijo mayor va a morir.u00a0Vive en un cuarto sin puertas ni ventanas. Cocina con leña en un rincón de esa habitación de bloque que comparte con sus cuatro hijos y un pequeño sobrino que su hermana le encargó cuando se fue a España.

Trabaja vendiendo artesanías en la calles. Hasta hace unos días, lo poco que ganaba iba a un fondo para ayudar a su hijita quien sufrió un accidente desastroso y quedó prácticamente deforme luego de que el fuego la consumiera de la cintura para arriba, cuando su casa se quemó.u00a0Gracias a las personas de buen corazón que leyeron la nota que este Diario público y a entidades que le han tendido la mano, logró reunir dinero para que continúe el tratamiento.u00a0Sin embargo, cuando las cosas parecían estar mejorando, una noticia volvió a desmoronarla: su hijo mayor, quien le ayuda a trabajar y que se sube a los buses a pedir unos centavos pensando en su hermana, está enfermo y le quedan tres meses de vida.u00a0La mujer no lo puede creer. Con su mano temblorosa muestra los certificados médicos de las casas de salud a las que ha llevado a su hijo y de las fundaciones que lo han atendido.u00a0En los papeles dice que el muchacho padece Anomalía de Ebstein, lo que le genera una falla en una de las válvulas del corazón.El llanto la vence. Yo soy indígena, rústica, pobre. Siempre estuve tan preocupada por lo que mi hijita estaba quemadita que no le presté la atención necesaria a mi otro chiquito.

u00a0Desde pequeño él me decía que le duele el pecho. Corría un poquito y se sentaba acurrucado y se agarraba. Luego empezó a desmayarse. El año pasado empezamos a hacerlo ver y ahora los doctores me dicen que no tiene cura.u00a0Que podrían operarle pero es difícil que sobreviva y que sería carisísimo. Cada que me acuerdo lo pobre que somos, me duele el alma. Mis hijos no tienen qué vestir, casi no tenemos qué comer, dice afligida.

En su casa no tiene luz, agua ni teléfono. Debe ir a la casa de su tía para guardar agua en dos baldes. De mañana nos levantamos y no comemos nada. Al mediodía hago una agu00fcita con cebollas y de noche nos acostamos con la barriga vacía. No hay nada más feo que oír al guagua decir que tiene hambre y no tener para darle ni un arroz.

u00a0Si puede ayudarme me ubica en el 09 375 7805. Mi cuenta es 0190153848 del Banco de Fomento, María Saransig.

Pronto será Navidad. Mientras arregla su árbol o planea la celebración, piense que en algún lugar de la ciudad está María, sin tener nada para dar a sus hijos más que un abrazo.u00a0Más temas de navidad:u00a0Ahorre energía durante diciembreTienen su priostePilas con las ofertas