Otro que no pudo defender tres goles

El Nacional 1993 y una historia parecida a la del Quito en los octavos de final de la Copa.u00a0El Quito revivió anoche un acontecimiento que estaba olvidado en la historia copera ecuatoriana.La pregunta: ¿La forma en que los chullas fueron eliminados tiene algún antecedente? Vamos al túnel del tiempo y lleguemos a 1993.

Lo mejorEl 7 de abril de ese año, El Nacional no había tenido problemas para despachar 3-0 a Sporting Cristal, en el Atahualpa.u00a0El equipo de Ernesto Guerra, fiel a su costumbre de castigar a sus rivales del llano, tuvo una faena sencilla ante los cerveceros de Juan Carlos Oblitas.u00a0Ese medio día, los militares llegaron al triunfo gracias a los goles de Luis Aníbal Chérrez (2) y Luis Mosquera. La serie parecía ganada para el 13 Veces Glorioso. Pero faltaba un cotejo.El horrorUna semana después, llegaron a Lima para completar la serie. El primer tiempo, acabó 2-0 para los peruanos (goles de Pablo Zegarra y Percy Olivares.u00a0El segundo tiempo no mejoró. Flavio Maestri igualó la serie. Y el fatídico minuto final dejó a Francisco Reinoso al frente del brasileño Marquinho en un penal.u00a0El jugador de Cristal no desperdició la ocasión y viró la serie. Ernesto Guerra, en el mismo camerino del Nacional de Lima, renunció.u00a0Así fueEsa triste

noche el cuadro criollo formó con Francisco Reinoso, Luis Mosquera, Dixon Quiñónez, Jorge Ballesteros, Joffre Arroyo, José Jacinto Vega, Listron Valencia, Diego Castañeda, Cléber Chalá (Marco Constante) Luis Chérrez y Patricio Hurtado (Juan Carlos Garay).u00a0Tras la renuncia

de Guerra, asumió la conducción criolla Héctor Morales Altamirano, en el que sería el último trabajo de este entrenador.u00a0En octubre de ese año, Talla Única falleció, asesinado.u00a0Más de Copa Libertadores:u00a0Así no se llega a ser grandeEl campeón defensor se clasificó goleando6-0 celebrado por la prensa chilenaIschia: no creí que iba a ser para tantoLos errores del Deportivo Quito ante la 'U'Chullas reconocen deudasEntre Católica y Aucas le pagaban a Matías RodríguezA Emelec le queda el recuerdo