Un estadio cómodo por ley

Con la imperiosa necesidad de que el Atahualpa sea transformado, en favor de la comodidad de sus usuarios, hay que insistir hasta el hartazgo.u00a0Usted, consumidor de medios y noticias deportivas, debe tomar muy en cuenta cuál es el discurso de ciertos plumíferos, quienes evitan hacer críticas al estadio.u00a0Su operación es así: o no tratan el tema (¿por qué será?) o disminuyen su importancia con argumentos tan ramplones como ese de que es buen estadio porque de todo lado se ve bien.u00a0Lo que el Municipio está haciendo suena, por el momento, muy bien. Mientras el concejal Fabricio Villamar ha propuesto una ordenanza que, en líneas generales, es coherente, el alcalde Augusto Barrera, en una intervención radical (a la medida de lo que se requiere para arreglar este problema) ha propuesto que se eliminen las entradas de cortesía.u00a0Ya mismo le saltan a la yugular quienes han hecho, precisamente, de esta clase de entradas un lucrativo negocio.u00a0La FEF ha demostrado, con sobra de actos, que la comodidad y la seguridad del hincha es menos importante que su sistema informal y desprolijo de venta y repartición de entradas.u00a0Que, con la ley en la mano, el Municipio o cualquier entidad de Gobierno le haga entender lo mal que está obrando.u00a0Más artículos de Esteban Ávila:u00a0No manos de gato, se necesita remodelarNo hay lugar para las locurasSe puede puntuar mañanaRueda, los jugadores de la Tri y la violenciaLa Tricolor y la crisis olmedinaAsí no se llega a ser grandeLa misma vara para el Capwell